Los Mossos d'Esquadra han detenido este lunes por la tarde al joven 19 años de Ripoll (Gironaque ayer domingo asesinó presuntamente a su madre y después se dio a la fuga. Ha permanecido día y medio oculto en un bosque cercano y ha sido localizado gracias a un dispositivo policial desplegado de urgencia para evitar que nadie más saliera herido. Aunque se ha resistido a su detención, ha podido ser reducido y pasará a disposición judicial en los próximos días. Tal vez entonces aclare por qué ha matado a su madre. Si no lo hace, resultará difícil averiguar el móvil de un crimen que ha mantenido 36 horas en vilo a Ripoll.

La madre, de 46 años, llegó del trabajo el domingo por la mañana y encontró a su hijo y a un amigo durmiendo en la casa. El amigo en la habitación de su hijo y este segundo en otra cámara del domicilio. Los investigadores creen que madre e hijo discutieron por algún motivo que desconocen. Sobre lo que sucedió a partir de la discusión, existen menos dudas. El joven tenía en esa misma habitación cuchillos militares y con uno atacó a su madre. Los investigadores de los Mossos encontraron un rastro de sangre que comenzaba en la misma habitación. El reguero de gotas seguía hasta la puerta de la entrada. Fue el recorrido que hizo la mujer, tras sufrir la primera herida, tratando de huir de su hijo y en busca de la salida. El vecino que vive enfrente oyó sus gritos de auxilio y a través de la mirilla de la puerta llegó a tiempo de presenciar cómo la mujer intentaba salir de su casa y como el hijo la alcanzaba para atacarla por segunda vez. La víctima presenta dos cortes profundos: los dos en el cuello.

 

El joven, tras matar a su madre, despertó al amigo y juntos emprendieron la huida. El amigo, sin embargo, recapacitó finalmente y se entregó a los Mossos, que le tomaron declaración. Entre el relato del amigo y el testimonio del vecino, la policía tenía pocas dudas sobre la culpabilidad del joven huido, que además tenía antecedentes por violencia doméstica. No era la primera vez que golpeaba a su madre. Lo había hecho antes, cuando todavía no había cumplido los 18 años y eso le libró de una pena más dura. Su madre, divorciada, tampoco quiso echarlo de casa y ambos seguían viviendo juntos. Los investigadores, que hallaron otros cuchillos en el domicilio y banderas con simbología nazi, también sabían que iba armado. Un detalle que hacía todavía más urgente dar con su paradero.

 

Los Mossos activaron un dispositivo ayer a primera hora de la mañana que intentó poner coto a la zona de bosque por la que podría haber huido. Agentes de seguridad ciudadana, antidisturbios ARRO, un helicóptero desde el aire y la ayuda de algunos voluntarios formaban el contingente. La inquietud de los responsables del operativo era que no pudieran encontrarlo antes de que atacara de nuevo porque sabían que más temprano que tarde saldría de su escondite para buscar dinero, comida o alguna forma de transporte. Afortunadamente fue localizado en una zona forestal que pertenece al municipio de Les Llosses.

 

Seguimiento de los servicios sociales

Más de 200 personas se han concentrado este lunes frente al Ayuntamiento de Ripoll para condenar el asesinato de la mujer este domingo presuntamente a manos de su hijo. Se han respetado cinco minutos de silencio con la presencia de miembros del equipo local, Consell Comarcal y otras instituciones y vecinos. El alcalde, Jordi Munell, ha dicho que la ciudad está "en shock" y ha condenado los hechos.

También ha confirmado que el Consorcio de Bienestar Social del Ripollès estaba haciendo seguimiento de la familia por anteriores agresiones del hijo hacia la madre. El chico además tiene afinidades con la ideología nazi y es conocido en la zona por tener esa tendencia ideológica y propagarla.

La Generalitat ha activado el protocolo por feminicidio. El consistorio ha decretado este lunes día de luto oficial.