La Policía ha detenido a 23 personas miembros de una banda que falsificaba cartas de identidad de ciudadanos de países de la Unión Europea para venderlas a extranjeros de terceros países y documentarlos de forma fraudulenta en España para darlos de alta en empresas agrícolas.

La operación policial, desarrollada de forma simultánea el pasado 30 de noviembre, ha practicado arrestos en localidades de Castellón como Nules y Almenara, así como en Algemesí y Alzira (Valencia). El motivo no es otro que la falsificación de documentos, con los que ciudadanos extranjeros permanecían de forma irregular e inadvertida en España, según ha informado la Policía Nacional. A seis de los detenidos -dos mujeres y 21 hombres- también se les imputan los delitos de pertenencia a organización criminal y contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.

Las investigaciones por parte de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Valencia, en colaboración con las Comisarías de Dénia y Benidorm, se iniciaron tras tener conocimiento los agentes que desde finales de 2018 una organización podría estar dedicándose a falsificar cartas de identidad de ciudadanos de países de la Unión Europea para vendérselas a extranjeros de terceros países, con el fin de documentarlos de forma fraudulenta en España como ciudadanos comunitarios.

De este modo, los extranjeros en situación irregular permanecían de forma inadvertida en España y además eran dados de alta en diferentes empresas agrícolas. Durante la investigación, los policías han detectado más de 50 extranjeros con cartas de identidad falsas de la República Checa, Bulgaria, Rumanía, Lituania, que conseguían asignaciones de NIE y así regularizarse como europeos de forma fraudulenta en oficinas de documentación de Dénia, Benidorm, Alicante, Alcoy, Hellín y Yecla.

Los integrantes de esta organización tenían funciones diferenciadas ya que unos se dedicaban a captar a los extranjeros tanto en España como en otros países, otros facilitaban sus regularizaciones como ciudadanos comunitarios, y en un tercer nivel se encontraban los intermediarios laborales, capataces o jefes de cuadrilla, quienes incluían en sus equipos de trabajo en distintas empresas agrícolas a extranjeros con documentación falsa. Por último, formaban también parte de la organización criminal los falsificadores, que hasta el momento no han sido localizados, por lo que la Policía continúa con las gestiones de la investigación. Seis de los detenidos han pasado a disposición judicial.