Una estufa. Ese parece ser el origen del incendio que esta madrugada ha provocado la muerte de una mujer de 79 años y de su hijo de 56 en un edificio de cinco plantas ubicado en la plaza de Sant Jaume de Moncada. Durante el desalojo de los 40 moradores en las 15 viviendas del bloque ha sufrido intoxicación, aunque por fortuna de carácter leve, uno de los guardias civiles que ha participado en la intervención. Es el segundo incendio con consecuencias fatales que se produce en Moncada en el plazo de solo 72 horas, tras el registrado en la noche del martes, cuando seis mayores fallecieron y otros 15 terminaron siendo hospitalizados al desatarse un fuego en una de las 56 habitaciones del centro como consecuencia de una anomalía eléctrica en una regleta.

La última tragedia se ha registrado en una de las viviendas del quinto piso del citado inmueble, y fue detectado por los vecinos sobre las 5.20 horas de la madrugada. A esa hora, el 112 movilizó a bomberos, Guardia Civil, Policía Local y medios sanitarios. Los efectivos policiales iniciaron de inmediato el desalojo de los 40 residentes en las 15 viviendas de las que consta la finca, según ha informado a primera hora de hoy la Comandancia de València, que ha explicado que el equipo de especialistas en incendios de la Zona está ya en el lugar para determinar con exactitud qué provocó que ardiese la estufa..

La Guardia Civil cedió mantas a los desalojados

Los agentes iban preguntando a los primeros en salir para poder desalojar de manera eficiente y que nadie se quedara atrás. Al mismo tiempo, desde el cuartel de Moncada fueron llevadas mantas para poder abrigar a los que no habían tenido tiempo siquiera de coger alguna prenda para combatir el intenso frío de esta pasada madrugada.

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La única vivienda que no pudo ser evacuada fue la del quinto, donde vivían la septuagenaria y su hijo. Una vez los bomberos extinguieron las llamas y lograron despejar parcialmente el humo, extrajeron el primer cuerpo, el de la madre, que casi con toda seguridad murió asfixiada por la inhalación del humo. A continuación, fue hallado, carbonizado, el cuerpo sin vida de su hijo, en cuyo dormitorio comenzó el incendio, concretamente en una estufa. También han encontrado en el piso siniestrado el cadáver del perro de la familia.

La rápida actuación policial evitó una tragedia mayor. De hecho, solo el agente de la Guardia Civil requirió atención sanitaria. Los vecinos han comenzado a regresar esta mañana a sus casas, planta a planta, a medida que los bomberos garantizaban la seguridad de las viviendas.