El conocido como 'caníbal' de Murcia, porque presuntamente hace unas semanas ingirió una droga que le empujó a morderse a sí mismo y beberse su propia sangre mientras estaba en Urgencias, joven está investigado por lesiones, amenazas, coacciones, atentado y daños, y en libertad con cargos, tras el episodio protagonizado en Bullas, donde quiso destrozar un bar, en el marco de un episodio que resultó ser un caso de violencia machista.

Según contaron luego los dueños del restaurante a los medios, lo que pasó fue que el 'caníbal', fuera de sí, empezó a perseguir y amenazar a una joven, su pareja, que se refugió en el local.

Los propietarios cerraron las persianas del local para impedirle el acceso. Este empezó a dar golpes con una barra metálica al cristal del restaurante ocasionándole desperfectos.

Al lugar se movilizaron agentes de la Policía Local de Bullas y de la Guardia Civil, que detenían poco después al chico, de 32 años, cerca el establecimiento.

Desde el restaurante, que se llama Borrego Canalla, los propietarios lanzaban un mensaje a través de redes sociales diciendo que estaban bien y que todo había quedado en un susto.

La titular del Juzgado Nª 1 de Mula, con competencia en Violencia sobre la Mujer, impone al detenido una orden de alejamiento y comunicación con la víctima, además le prohíbe la entrada al municipio de Bullas durante la instrucción del procedimiento abierto por lesiones, amenazas y coacciones, informan fuentes judiciales.

Por otro lado, el Juzgado Nª 2, de la misma localidad, le investiga por los delitos de atentado, daños y amenazas.

Lo que pasó en Cehegín

Presuntamente, se pegó una gran fiesta en Nochevieja, tomó algún tipo de estupefaciente y acabó en Urgencias porque estaba 'devorándose' a sí mismo. El chico, que tuvo que ser trasladado hasta el servicio de urgencias del citado centro por varios conocidos suyos, llegó con varias laceraciones provocadas por él mismo y por las que tuvo que ser atendido. Alguien lo grabóe n vídeo lamiéndose la sangre y las imágenes se viralizaron.

La actitud violenta que mostró en todo momento obligó a solicitar la presencia de una patrulla de la Policía Local de Cehegín para poder retener al paciente. En varios vídeos grabados por una cámara incorporada al chaleco de uno de los agentes se puede observar al paciente en un estado de gran excitación en el que pierde el control. Hasta tal punto que llega a lamerse la sangre de su mano para ingerirla.

Desde las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad apuntan que un alijo de 'droga caníbal' como tal no ha sido detectado en la Región, aunque la mezcla de diferentes sustancias puede dar lugar a comportamientos como los mostrados por este joven.

Hace ya unos años que empezó a hacerse tristemente famosa en España la denominada ´droga caníbal´. Esta denominación, explican los expertos, esconde una sustancia con una capacidad arrolladora de estimular al cerebro humano. Sus efectos son mucho más potentes que los de las anfetaminas y la cocaína. Es así porque al introducirse en el organismo actúa como un inhibidor de la recaptación de la noradrenalina y la dopamina (ambas sustancias son neurotransmisores del sistema nervioso central y periférico).

El precedente de Molina

Era junio de 2018. El escenario, Molina de Segura. Sobre las once menos cuarto de la noche, agentes de la Policía Local recibieron el aviso de que dos sujetos estaban haciendo destrozos en la vía pública. En concreto, golpeando coches y rompiendo el mobiliario urbano en la calle Pablo Iglesias. Allí fueron.

Cuando llegaron los policías, uno de los individuos (un joven de 18 años, vecino de Las Torres de Cotillas) arremetió contra ellos. En concreto, indicaba el Cuerpo vía Twitter, pegó un puñetazo a un municipal y mordió en el brazo a otro. Fue arrestado por atentado a la autoridad.

Según indicaron fuentes cercanas, el chico, que presentaba un estado de gran excitación, se acercó al coche policial y, sin mediar palabra, ya agredió al conductor. El agente se bajó del coche y comenzó el forcejeo. Las mismas fuentes indicaron que el sospechoso llegó a agredir a un amigo suyo, que intentaba calmarlo. Como el joven estaba tan agresivo, tuvieron que movilizarse más patrullas para apoyar a los agentes. Al final, pudieron reducir al chico, que antes llegó a pegar un bocado en un brazo a uno de los municipales. Testigos dijeron que, cuando lo hizo, la boca se le llenó de sangre.