El tanatorio de L'Aljub de Elche ha sido escenario esta tarde de la misa fúnebre por el matrimonio y su hijo de diez años que el pasado martes perdieron la vida a manos de su otro hijo, de 15 años, en la pedanía ilicitana de Algoda, quien les disparó con una escopeta del progenitor.

Decenas de vecinos, allegados e incluso algunos menores se han acercado a este lugar para dar el último adiós a una familia muy querida, "muy normal", como apuntaban algunos de los que han asistido al oficio religioso y visiblemente consternados. El silencio sepulcral fuera contrastaba con las escenas de dolor y sufrimiento dentro del tanatorio.

Vehículos fúnebres a la salida del tanatorio de L'Aljub de Elche ANTONIO AMORÓS

Desde por la mañana, una importante presencia tanto de Policía Local como de Policía Nacional trataba de que la familia de los fallecidos no fuera molestada ante la gran cantidad de medios de comunicación, muchos desplazados desde Madrid, sobre todo televisiones, que poco a poco se han ido agolpando frente al tanatorio.

Sobre las 16 horas daba inicio la misa, presidida por el párroco de Algorós, José Lozano, quien ha estado acompañado por José Antonio Valero, el vicario episcopal, quien trasladaba el pésame a la familia en nombre también del nuevo obispo de Orihuela-Alicante, José Ignacio Munilla.

Serenidad en la familia, pero también muchos momentos de dolor se han vivido en el interior del tanatorio antes, durante y después del oficio religioso. Sobre las 17 horas, tres vehículos fúnebres, uno de ellos de color blanco, donde eran trasladados los restos mortales del menor de 10 años, salían camino del camposanto ya que ninguno de los cuerpos iba a ser incinerado. Diversas coronas fúnebres no faltaban en el exterior de los vehículos.

"Aún no nos lo creemos", señalaba una vecina de la pedanía de Matola que vive muy cerca de una de las abuelas del asesino confeso. "Eran muy normales, eran muy buena familia", señalaban otros de los que conocían al matrimonio, todavía impactados por lo sucedido. Otra señora mostraba su preocupación por si el libro que había leído el joven de 15 años y que se le había recomendado podía haber sido el detonante.

Durante la misa, que se ha prolongado casi una hora, José Antonio Valero ha realizado, por un lado, una reflexión sobre la familia y las relaciones entre ella, y, por otro, acerca de la educación académica que se imparte hoy en día. Estas y otras cuestiones, como por ejemplo también si todo hay que permitírselo o si consentimos demasiado a nuestros hijos, son algunas de las preguntas que se han lanzado durante el sepelio.

Los familiares y seres queridos de los padres y el niño de 10 años asesinados el pasado martes en una vivienda rural de Elche han recibido también el pésame nuevamente, entre otros, del alcalde de Elche, Carlos González, así como de María José Martínez, edil de Educación, quienes se han acercado hasta el tanatorio en estos momentos tan difíciles.

Mientras dentro tenía lugar la misa fúnebre, fuera aguardaban dos ambulancias por si se producía algún desmayo, así como casi una veintena de agentes ante la expectación mediática a nivel nacional. También, un grupo de curiosos permanecía a la espera de que terminara el oficio a la vez que hacían comentarios del tipo: "En nada, a la calle", en referencia al menor de 15 años autor de los hechos.

Además, la juez de guardia de Alicante ha acordado, a petición de la Fiscalía, el internamiento en régimen cerrado en un centro de menores para el adolescente de 15 años que el pasado viernes confesó haber matado, tres días antes, a sus padres y a su hermano en la vivienda familiar.

El joven ha dormido durante dos noches consecutivas en una sala habilitada para menores en los calabozos de la comisaría de la Policía Nacional de Elche y a primera hora del domingo ha sido dirigido a la Fiscalía provincial de Menores, en la ciudad de Alicante.

La decisión judicial ha tenido lugar algo más de 24 horas después de la detención del presunto parricida, que se reconoció autor del crimen en el momento de su arresto.