El hijo de diez años de la mujer asesinada en marzo del 2020 en Almassora vio cómo su padre golpeaba a su madre hasta dejarla inconsciente y trató de convence a su padre para que la dejara en Paz. Según explicó ayer el jefe del equipo de Personas de la Policía Judicial de la Guardia Civil, el niño confirmó a los investigadores que había presenciado el ataque mortal a su progenitora, agazapado en las escaleras del adosado donde la familia en la playa

«El acusado le llegó a decir al menor que había matado a su madre y el niño nos manifestó: «le ha cortado el cuello así e hizo el gesto», explicó el responsable de esta unidad de investigación. Al parecer, tanto este pequeño como su hermano --de siete años-- estaban durmiendo en la parte superior del inmueble cuando oyeron discutir a la pareja. Entonces, el mayor de los hermanos se levantó y se quedó observando a sus padres, llegando a gritarle a su progenitor: «Déjala ya, papá; que ya está inconsciente y la vas a matar».

Conversación tras el crimen

«El padre habla tras el crimen con el niño mayor y le dice que se va a entregar porque no tiene sentido huir. Le comenta al menor que su madre se quería separar, que había una tercera persona y que la fallecida ya no quería estar con él. Además, el adulto se escudó diciéndole a su hijo: «Ya sabes cómo soy, tengo un pronto...»».

El acusado, que se encuentra en prisión provisional desde que se entregara horas después del crimen machista, rechazó ayer declarar y no quiso ni siquiera contestar a su propio abogado.

Sí declararon varios guardias civiles del puesto de Almassora, que fueron quienes recibieron al asesino confeso cuando se personó en el cuartel a la mañana siguiente. «Entró a primera hora de la mañana y dijo que había cometido una locura. Nos dijo que había hecho daño a su pareja», relató uno de los efectivos. Otro de los agentes señaló: «Cuando estábamos de camino, de repente, comentó que no hacía falta que corriéramos, que la había matado la noche anterior». Otro de los guardias comentó a los jurados que el acusado pidió que se le detuviese, incidiendo en que había hecho una barbaridad. Ese mismo agente dijo no haber notado signos de intoxicación etílica ni presencia de drogas en el procesado.

Miembros del laboratorio de Criminalística de la Comandancia también relataron la posición en la que hallaron el cadáver de la mujer en la cocina. Incidieron en que aunque la herida mortal fue el degollamiento, también tenía signos de asfixia y varias heridas de arma blanca en el pecho. 

El juicio sigue este martes.