Caso Abierto - El Periódico Mediterráneo

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AVA-ASAJA exige más vigilancia sobre el campo

La fiebre del aguacate extiende la oleada de robos a Castellón

Buscan a un ladrón tras sustraer casi 50 kilos en una parcela de la Magdalena

Un agricultor muestra un aguacate en crecimiento en una imagen de archivo. El precio de fruta ronda los 4,50 euros el kilo en algunas superficies.

La policía busca a un ladrón tras robar en los últimos días casi 50 kilos de aguacates en una parcela de Castelló, próxima a la ermita de la Magdalena. Así ha podido saberlo Mediterráneo de fuentes agrícolas, que inciden en que la fiebre del aguacate y su elevado precio han disparado las sustracciones. Desde AVA-ASAJA cuantifican en diez millones de euros las pérdidas acumuladas el pasado 2021 a causa de los robos y los delitos cometidos en el campo provincial --25 si se habla de toda la Comunitat Valenciana-- y, precisamente, las producciones que más hurtos registraron fueron aquellas con precios más atractivos, como la algarroba y el aguacate.

En este último caso, los primeros robos se empezaron a producir cuatro meses antes de que la variedad mayoritaria (Lamb Hass) alcanzara el grado óptimo de maduración. Los robos constituyen la principal amenaza para el crecimiento de este cultivo en expansión. Por un lado, arruinan a los agricultores al perder parcial o totalmente la cosecha comercializada y, por otro lado, perjudican la demanda al frustrar las expectativas de sabor de los consumidores, pues un aguacate inmaduro sabe a corcho o madera. Así lo explican a este diario desde el colectivo agrario, que exige una mayor vigilancia tanto en las explotaciones, como en los puntos de recepción de la mercancía robada. Para mejorar esas labores, insta a incorporar el uso de las nuevas tecnologías en la persecución de los hurtos con, por ejemplo, drones.

Además, AVA-ASAJA reitera la necesidad de un endurecimiento de las penas porque, según inciden, «hoy por hoy, la mayoría de agricultores entienden que no sirve de nada interponer denuncias».

La Unió de Llauradors, como ya publicara ayer este periódico, ha hecho público su malestar por la oleada de robos registrada en las últimas semanas en instalaciones de riego y casetas de campo de localidades de la Plana Baixa. La organización habla de «importantes destrozos» con rotura de tejados y sustracción de motores, bombas y contadores, aperos y tapas, entre otros objetos. «Sobre todo, lo que más se llevan ahora es el hierro», alertan desde la Unió.

Este colectivo también aboga por un refuerzo de la presencia policial en el campo y por agilizar la presentación de denuncias. Asimismo, señalan la importancia de perseguir los canales de comercialización ilícita.

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