Un menor de 13 años de edad, vecino de Bellreguard, ha podido salvar la vida tras ser arrastrado por la corriente del río Serpis durante alrededor de cuatrocientos metros, entre los términos municipales de Beniflà y Beniarjó. El suceso ha ocurrido este mediodía, y en las labores de búsqueda y rescate participaron agentes de las policías locales de Beniflà, Beniarjó y Almoines, además de equipos de bomberos y de la Guardia Civil de Oliva.

Según diversas fuentes consultadas por este periódico, el menor, que iba acompañado por otros dos amigos, trató de cruzar el camino que atraviesa el cauce del Serpis justo en el linde entre Beniflà y Beniarjó. Esa acción era del todo imprudente, no solo porque la Policía Local ya había cortado la vía debido a la considerable crecida del caudal, sino porque, con el agua rebasando el área de peatones, resulta imposible determinar los lindes del camino con el cauce del río.

Justo eso es lo que ocurrió. El menor pisó donde no existe firme y se hundió en el agua, pero es que, además, lo hizo aguas arriba del camino. La fuerte corriente, que en esos momentos era de aproximadamente 30 metros cúbicos por segundo, le engulló por una de las grandes tuberías subterráneas que cruzan el vado, que solo tiene entre cuatro y cinco metros de anchura, de manera que, afortunadamente, salió a flote en apenas unos segundos y así pudo volver a respirar.

Pero ahí no acabó todo porque esa corriente le imposibilitó alcanzar la orilla hasta cuatrocientos metros río abajo, a la altura de otro vado situado ya en el término de Beniarjó. Fue allí donde se pudo agarrar a unas rocas y mantenerse hasta que salió del cauce. Una familia que reside en una vivienda cercana se percató de su presencia y acudió inmediatamente para acogerlo y darle ropa seca para que se pudiera cambiar.

Mientras tanto ya se había puesto en marcha un amplio dispositivo de búsqueda gracias a la llamada de una pareja que había presenciado la caída del menor al río. Además de las policías locales de esos tres municipios limítrofes y que comparten el trazado del río Serpis, se personaron bomberos y Guardia Civil, que, una vez localizado al menor sano y salvo, lo llevaron al consultorio médico de Beniarjó, donde fue reconocido por personal sanitario y, después, entregado a su familia.

Este hecho vuelve a poner en evidencia que, en los episodios de fuertes precipitaciones que generan la crecida de ríos y barrancos, el primer riesgo son las imprudencias a la hora de cruzar por zonas inundadas, un hecho que nunca debe hacerse y que las autoridades repiten continuamente.