Ante el juez, ni una palabra, fuera de la Ciutat de la Justícia, ante los medios de comunicación, volvió a explicar su versión, sin más. "Yo no le inyecté insulina", aseguró Ángela Dobrowolski, la exmujer del productor audiovisual Josep Maria Mainat, que es diabético. El magistrado le comunicó este viernes el auto de procesamiento por intentar matar a su exmarido y después se acogió a su derecho a no declarar. "No estamos conformes con esta resolución", subrayó su abogado. Juan Carlos Galbán. El togado le atribuye un posible delito de homicidio o asesinato en grado de tentativa, más otro de revelación de secretos, al haber accedido al correo electrónico del excomponente de La Trinca y fundador de Getmusic. Fue entonces cuando se esteró que el excantante no sólo se estaba divorciando de ella, sino que la quería apartar de la suculenta herencia.

Dobrowolski ha llegado tarde y en patinete a la Ciutat de la Justícia. En el interior del juzgado ha estado pocos minutos. El magistrado le comunicó el auto de procesamiento. Ella, a través de su abogado, ya lo ha recurrido ante la Audiencia de Barcelona. El argumento, según fuentes jurídicas, es la supuesta falta de concreción en la resolución en la que el juez sostiene que hay indicios de criminalidad contra la mujer, en base a las declaraciones de los testigos y las pruebas practicadas durante la instrucción del caso. Al haberse convertido esta causa en sumario, el asunto pasará en un futuro próximo a la Audiencia de Barcelona, que es donde se celebrará el juicio.

12 minutos para llamar a la ambulancia

A la salida de la Ciutat de la Justícia, Dobrowolski aseguró: "Mi versión no ha cambiado en nada; ni en un punto, ni en una coma. (...) Es un relato de los hechos". La mujer de Mainat insistió en que solo se inyectó a su exmerado unas sustancias que él normalmente se ponía. "No tenía motivos para quererlo perjudicar (...) yo nunca le he inyectado insulina". La procesada ha negado que tardara 30 minutos, como sostienen los investigadores, en avisar a la ambulancia, sino que fueron 12 minutos y medio. Si que admitió que cuando le dio el segundo "shok" no actuó con rapidez. "Fue el único retraso", confesó.

Al ser preguntada por los múltiples viajes que hizo la noche del 22 de junio del 2020, cuando sucedieron los hechos, Doborwolski recalcó que esa actitud era habitual en una "noche en can Mainat". La mujer aprovechó para quejarse de que no puede ver a sus hijos y que la última vez que los vio fue antes de Navidad. Según ella, ha solicitado que se revise el régimen de visitas que se pactó en el divorcio con Mainat. "Esto está dejando un impacto en mi y en mis hijos", añadió. Ella decidió suspender esas visitas porque era supervisado, pues tiene una orden de alejamiento. Su abogado negó, por su parte, que la procesada hubiera estado en búsqueda y captura, pues no lo ordenó ningún juez y solo era para comparecer ante los Mossos d'Esquadra por un presunto quebrantamiento de la orden de alejamiento.