Francisca Cortés Picazo, La Paca, se encuentra entre los siete detenidos sobre los que el juez de guardia ordenó ayer su ingreso en prisión sin fianza. La intervención telefónica de una conversación entre dos individuos en la que supuestamente aluden a la supuesta excelencia de la droga de la matriarca de Son Banya fue determinante para que volviera a estar tras los barrotes.

Durante su llegada a los juzgados, La Paca proclamó su inocencia a los cuatro vientos antes incluso de descender del furgón de la Guardia Civil, de donde bajó para entrar en los juzgados. Actualmente, la matriarca de Son Banya se encontraba en régimen penitenciario de tercer grado y aspiraba a acceder a la libertad condicional en los próximos meses.

Por este motivo su perfil en el mundo del narcotráfico era deliberadamente bajo. Su principal quehacer, como ella siempre presumía, era prepararle la comida a sus numerosos nietos.

Sin embargo todo este escenario apacible del que se había rodeado La Paca se derrumbó abruptamente el pasado jueves. Agentes de la Guardia Civil irrumpieron en su residencia de s’Hostalot y la detuvieron allí.

Aunque su papel en la organización no se considera preponderante, ni mucho menos comparable a su opulencia durante el reinado en el mundo del narcotráfico en Mallorca, las referencias a ella por parte de otros implicados pesaron mucho para que el juez decretara su ingreso en prisión sin fianza.

Además del ingreso en prisión sin fianza para siete arrestados, el titular del Juzgado de Instrucción número siete de Palma, Antoni Garcias, decretó ayer cárcel eludible con caución para una decena de detenidos. Siete de estos ya consignaron la cantidad reclamada en los juzgados a primera hora de la mañana.

Otro de los considerados cabecillas sobre los que el juez decretó el ingreso en prisión sin fianza fue para el exboxeador mallorquín Luis Rodríguez Ureña.

Sus antecedentes delictivos no solo abarcan el tráfico de drogas. También se vio implicado en un presunto delito de explotación de trabajadores en su bar La Tapa Andaluza. Asimismo el establecimiento fue cerrado por un presunto delito contra la salud pública debido a las condiciones insalubres de los alimentos que dispensaba. Rodríguez Ureña llegó incluso a romper el precinto de la Policía Nacional para volver a abrir el local.

Declaración maratoniana

El registro de su domicilio en el Camí Salard acaparó una buena parte de las actuaciones policiales en el transcurso de la operación Origen. Los investigadores de la Guardia Civil encontraron dinero en efectivo cuya procedencia no se podía acreditar.

La puesta a disposición judicial de los 25 detenidos a las ocho de la tarde del sábado derivó en una maratoniana toma de declaración. El auto fue emitido ayer a primera hora de la mañana.