El asesino de Adoración V. R., José Antonio Luis Aguiar, alias el Jala, ha vuelto a ser condenado por un delito de asesinato. En esta ocasión, se le juzgaba por el crimen cometido contra su expareja, Adoración V.R. El veredicto del jurado popular, que acaba de ser emitido en la tarde de este viernes, condena a Luis Aguiar como autor de un delito de asesinato con las agravantes de ensañamiento y alevosía.

Se trata de la segunda condena de culpabilidad por un delito de asesinato que recibe El Jala, después de que hubiera sido ya condenado por el asesinato de Ángel Bermejo en la misma habitación de la pensión Padrón, delito por el que se encuentra cumpliendo condena de prisión. El equipo forense que se hizo cargo de la investigación del segundo crimen de la pensión Padrón cometido por El Jala ha ratificado la violencia extrema con la que el acusado asesinó a Adoración de la Cruz V.R. en la habitación 306 del establecimiento ubicado en la capital tinerfeña. 

La Fiscalía solicita que José Antonio Luis Aguiar sea condenado a una pena de 20 años y un día de prisión.

El asesinato de Adoración se produjo a mediados de 2009, antes del crimen por el que en estos momentos cumple condena el acusado en el centro penitenciario Tenerife II, después de que se considerara probado que El Jala torturó hasta la muerte al exmilitar Ángel Bermejo hasta darle muerte en enero de 2010 en la misma habitación 306 de la pensión Padrón, aunque su cadáver fue ocultado durante algo más de 8 meses entre dos colchones de una cama de dicha habitación, hasta que fue encontrado a finales de agosto de 2010. En el caso de Adoración, el cuerpo de la víctima fue introducido en un petate y semienterrado en el barranco Santos hasta que fue descubierto por unos jóvenes siete años después de la comisión del violento crimen. 

33 antecedentes

Antes de su ingreso en el centro penitenciario Tenerife II por el homicidio de Bermejo, José Antonio Luis Aguiar acumuló 33 antecedentes policiales y penales por delitos de diferentes características. Desde su primer ingreso en prisión, las pesquisas de los profesionales de Homicidios se orientaron hacia el condenado por el asesinato de Bermejo. Según los miembros de dicho Grupo de Policía Judicial, ambos asesinatos pudieron cometerse con seis meses de diferencia aproximadamente. Primero, a mediados del 2009, Luis Aguiar acabó con la vida de la mujer y, a comienzos del 2010, con Ángel Bermejo.

Uno de los pasos clave de los agentes consistió en recurrir a un científico, de forma concreta, un doctor del Instituto Astrofísico de Canarias (IAC), que se brindó a colaborar con los investigadores e hizo un programa específico que permitía a los agentes reducir o ampliar fotos captadas con el teléfono móvil del hoy acusado. 

Durante la primera sesión de este juicio, José Antonio Luis Aguiar admitió que acabó con la vida de la mujer tras darle «cuatro o cinco puñetazos». Igualmente, admitió que mantenía frecuentes discusiones con su expareja y aludió al consumo de estupefacientes como causa de sus peleas: «Teníamos un consumo muy alto, siempre estábamos discutiendo», dijo ante el tribunal. El Jala, incluso, dio detalles del origen de la pelea que acabó con la vida de Adoración: el acusado aseguró que esa agresión se produjo después de que la víctima lo golpeara a él «con un teléfono móvil».  

Javier Fregel, abogado de la defensa, indicó durante el juicio que en las fechas en las que se produjo el crimen de Adoración de la Cruz, en la habitación 306 figuraban alojadas otras personas. De forma concreta, según consta en el libro de registro de entradas y salidas de clientes, la mujer que gestionaba el hostal anotó la entrada del acusado el día 10 de junio. Pero, antes de que figure la ocupación de la víctima, otros dos hombres supuestamente utilizaron la habitación 306, donde presuntamente ocurrió el crimen. Uno llegó el día 14 y su nombre es Daniel. Y el otro entró en dicho cuarto el 18 de junio y fue identificado como José Luis Ortega. Adoración accedió a dicho espacio el día 19.

 Sin embargo, en la última sesión del juicio, los forenses que se hicieron cargo de la investigación hicieron constar en su declaración que El Jala usó una llave de artes marciales para acabar con la vida de Adoración. En este sentido, certificaron que la fallecida no tuvo posibilidad alguna de defensa y su agresión fue extremadamente violenta y además con ensañamiento ya que se encontraron en el lugar del crimen varias cuerdas que fueron utilizadas para inmovilizar a la víctima. 

El asesinato de Adoración se produjo a mediados de 2009, antes del crimen por el que en estos momentos cumple condena el acusado en el centro penitenciario Tenerife II, después de que se considerara probado que El Jala torturó hasta la muerte al exmilitar Ángel Bermejo hasta darle muerte en enero de 2010 en la misma habitación 306 de la pensión Padrón, aunque su cadáver fue ocultado durante algo más de 8 meses entre dos colchones de una cama de dicha habitación, hasta que fue encontrado a finales de agosto de 2010. En el caso de Adoración, el cuerpo de la víctima fue introducido en un petate y semienterrado en el barranco Santos hasta que fue descubierto por unos jóvenes siete años después de la comisión del violento crimen.