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Juicio

La fiscal sostiene que la acusada de asesinar a su novio en Murcia lo ejecutó de un tiro en la frente

La víctima, Giuseppe Nirta, era hijo de un capo del crimen organizado de la región de Reggio de Calabria | Cristina Elena T. declarará en el juicio este martes

La acusada, Cristina Elena, en la sala de la Audiencia Provincial de Murcia.

Cristina Elena T. acompañaba a la víctima en el momento del tiroteo mortal. Ella siempre sostuvo, en su declaración ante los investigadores, que un individuo asaltó la finca y mató a su acompañante, un hombre de 52 años de edad y origen italiano con presuntos vínculos con la mafia calabresa. Este lunes se sienta ella en el banquillo de la Audiencia Provincial de Murcia, acusada de ser la autora del asesinato: de descerrejar siete tiros al que era su novio. El crimen tuvo lugar en verano de hace cinco años, en Águilas (Murcia). Ella sigue insistiendo en su inocencia.

Dado el testimonio principal de la mujer en su momento, y las circunstancias personales del finado, estaba siendo investigado por sus presuntos vínculos con la ‘Ndrangheta, la Guardia Civil comenzó a investigar si el crimen organizado estaba detrás del crimen del Día de la Región de hace un lustro. Sin embargo, unos análisis realizados en el laboratorio que la Benemérita tiene en Madrid dieron la vuelta al caso. Y es que en la ropa que vestía la mujer en el momento del crimen se encontraron restos de pólvora. Cristina Elena se enfrenta a penas que suman 26 años de cárcel: 24 por el asesinato, dos más por tenencia ilícita de armas.

El difunto, llamado Giuseppe Nirta, era hijo de un capo del crimen organizado de la región de Reggio de Calabria. Aunque el Ministerio Público cree que esto no tiene nada que ver con su asesinato.

Tiene claro la Fiscalía que el día del crimen, tras perpetrarlo, la mujer usó el móvil de su novio para "contactar con un conocido de la víctima, contándole que habían disparado a su pareja sentimental, siendo éste, el que realizó llamada a los servicios de emergencias. Cristina Elena en ningún momento llamó a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad ni a los servicios médicos para que atendiesen a Giuseppe Nirta".

La mujer, que se encuentra actualmente en libertad con cargos, es juzgada por un jurado popular en una vista que da comienzo este lunes en la cuarta planta del Palacio de Justicia.

"Le disparó en siete ocasiones, la última de ellas en la frente, para evitar que se levantara", apuntaba la fiscal, Arantzazu Echeandia, al dirigirse al jurado, a quienes pidió "que se olviden de la idea de los fiscales que ven en la televisión". La fiscal, que llegó a emocionarse en un momento de su disertación, dejó claro su independencia, ya que "nosotros siempre actuamos para que se haga Justicia: los fiscales no buscamos una sentencia condenatoria a toda costa", dijo.

"Ella misma se condenó"

En el caso concreto de Cristina Elena, "puede mentir, está en su derecho", recordó la fiscal a los miembros del jurado. "Soy imparcial: existe material suficiente probatorio de que esta persona ha cometido ese delito". En cuanto al motivo del crimen, "nunca lo vamos a saber", aunque "es indiferente el motivo por el que mate". "Una persona, cuando hace algo, tiene que responder por lo que hace: y, si Cristina hizo esto, ella misma se condenó este día", subraya Echeandia.

Los miembros del jurado viajarán a Águilas para la reconstrucción del asesinato

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"Ese día volvieron a matar a esta señora", afirma Pedro Hernández Bravo, el abogado de la acusación particular, ejercida por la madre del difunto, una señora de 80 años. "Aquí no hay una presunción, aquí hay hechos objetivos que no se pueden desdecir", considera el letrado, que asegura que solo hay "un camino" en este caso: "que Cristina Elena participó en los hechos".

Este abogado también comentó que, tras el crimen, se extraviaron objetos personales del difunto, como un reloj, y que la pérdida de estas cosas, de gran valor sentimental, supuso otro mazazo para la anciana madre de Nirta.

Lo que reitera la acusada, defendida por el letrado Evaristo Llanos, es que aquel día un sujeto se les acercó por detrás mientras ellos salían del vehículo para abrir el portón de acceso a la finca de la vivienda, y en ese momento disparó a Nirta a bocajarro. Cristina Elena Toma se llevó las manos a la cabeza y mientras oía las detonaciones logró escabullirse, pero sin llegar a ver la cara del sicario que había disparado a su novio, siempre según su testimonio.

"Yo la defendería aunque fuera el demonio, cosa que no es", dijo Llanos al jurado. "Lo que hay contra Cristina son simplemente sospechas, conjeturas: es una auténtica barbaridad que esta señora que siente en el banquillo". En este sentido, comentó que en el sistema penal español son "suficientes unos indicios" para que una persona "se siente en el banquillo". "Espero que nunca tengan que pasar ustedes por el sistema judicial de España", manifestó.

"Yo voy a hacer este verano 33 años de ejercicio profesional: en 33 años de ejercicio profesional nunca el Ministerio Fiscal se ha adherido a una cuestión por vulneración de derechos fundamentales que he planteado en un juicio", remarcó Evaristo Llanos, que insistió en presentar a Cristina como una víctima que estaría muerta si no hubiese logrado escapar "corriendo por el campo" aquel día. Y pretendió sembrar la duda y mirar hacia un italiano que "casualmente" estaba con un permiso penitenciario el fin de semana del crimen y al cual "detuvieron gracias a ella y se les ha escapado".

Sobre los restos de pólvora, el abogado comentó que "sale como una especie de nube y hasta a cuatro metros te pueden llegar".

La mujer hasta da el nombre de quien cree que fue el culpable: Giuliano Velo, un sujeto que llegó a ingresar en prisión por su supuesta relación con el crimen, pero que acabó siendo exculpado. La única procesada por los hechos es ella misma.

Debido a que eran ya casi las dos de la tarde, la magistrada presidenta de la Sala, Concha Roig, propuso a las partes aplazar al día siguiente la declaración de la acusada. Apuntó al respecto que los miembros del jurado popular (que se trasladarán a Águilas para la reconstrucción in situ del suceso) se encontraban cansados y tenían por delante unos días duros, hasta la emisión del veredicto. Las partes no mostraron ningún problema al respecto. Por tanto, Cristina testificará este martes.

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