El maquinista de 56 años arrollado este lunes por un tren en la estación del norte de Oviedo evoluciona favorablemente, aunque las graves heridas sufridas tras quedar atrapado entre el convoy y las vías han provocado que pierda su brazo derecho. A pesar del esfuerzo de los cirujanos, estos solo pudieron estabilizarlo, dando por perdida la extremidad, así como el hueso de un pie en el que el hombre también resultó herido.

Ahora, tanto la compañía Renfe como el sindicato de Maquinistas tratan de esclarecer las causas del "terrible accidente" si bien estos últimos solicitan la paralización de la actividad en varias vías con el fin de facilitar las diligencias correspondientes.

Todo apunta a que el herido pensó que el tren que le arrollo se encontraba en esos momentos inactivo. La conductora de este, por su parte, no habría tenido opción a reaccionar a tiempo para evitar el siniestro. Unas hipótesis que todavía tendrán que ser aclaradas por los expertos y a cuya confirmación podría contribuir la declaración del accidentado, el cual, a pesar de la gravedad de las heridas, se mantuvo consciente, llegando a decir alguna palabra a los miembros del operativo de policías, bomberos y sanitarios que consiguieron liberarle en torno a las 13.30 horas.

Los allegados del afectado admiten haber vivido unas horas muy malas a causa de un siniestro que todavía están asimilando. En cuanto al proceso de recuperación, es posible que el varón tenga que volver a pasar por quirófano, si bien todo está a expensas de la evolución de las lesiones.