Caso Abierto - El Periódico Mediterráneo

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Juzgan a un pederasta de Zaragoza que falseó el registro de depredadores sexuales para ser profesor

La Policía asegura que manipuló el registro del Ministerio del Interior

Artús Roca Tarrés cuando fue juzgado en la Audiencia de Zaragoza. ANDREEA VORNICU

A sus 27 años, Artús Roca Tarrés ya estaba fichado en el Registro Central de Delincuentes Sexuales del Ministerio del Interior. Había sido condenado en Manresa como autor de un delito de corrupción de menores, exhibicionismo y provocación y tenía prohibido ejercer cualquier profesión que conllevara contacto con niños. Pero ello no le amilanó, se mudó al municipio zaragozano de Cuarte de Huerva, en Zaragoza, y allí consiguió plaza como profesor de canto en la Escuela de Música Municipal. Sus alumnos eran menores y de una niña llegó a abusar sexualmente. Era febrero de 2021. El cómo consiguió ese puesto de trabajo se juzgó ayer en el Juzgado de lo Penal número 3 de Zaragoza puesto que la Policía Nacional asegura que falsificó el documento para no levantar sospechas.

La alerta la activó la Tesorería de la Seguridad Social cuando se puso en contacto con el Cuerpo Nacional de Policía porque habían observado que Artús Roca Tarrés estaba dado de alta laboral en una actividad que estaba inhabilitado. El agente encargado de las primeras diligencias, según explicó ayer ante la magistrada, solicitó a la empresa que le contrató el documento oficial presentado por el encausado. "Nada más verlo vi que estaba manipulado, el número de serie había sido modificado y al introducirlo en el registro daba como resultado de búsqueda que no era válido", destacó.

Inmediatamente lo puso en conocimiento de la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) de la Jefatura Superior de Policía de Aragón que certificó estas primeras indagaciones y las validó con el propio ministerio. De ahí que acabaran deteniendo al sospechoso como supuesto autor de un delito de quebrantamiento de condena y otro de falsificación de documento público por el que la Fiscalía solicitó una condena de 2 años de prisión.

Su defensa trató de rebajar la carga de la prueba, afirmando que se analizó una copia, no el original presentado por el encausado y que tampoco se custodió correctamente ese documento, ya que fue la empresa la que lo entregó en formato papel a los investigadores. No obstante, sobre el quebrantamiento de condena no pudo hacer alegaciones ante la evidencia de que fue profesor de niños, que abusó de una niña de 11 años y que fue condenado por ello a siete años y medio de cárcel el pasado mes de marzo. El procesado, que guardó silencio hasta ejercer su derecho a la última palabra, manifestó que fue contratado inicialmente para dar clase con adultos y que el documento que él mandó "fue una fotografía del que tenía" y que lo remitió por Whatsapp a la empresa. A la menor que abusó le propuso ser su 'Sugar Daddy'.

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