La Audiencia Provincial de Castellón ha condenado a cuatro años a una mujer y a uno de prisión a un hombre por abusar sexualmente y de forma conjunta de una menor de 15 años a la que, además, dieron a esnifar cocaína. La diferencia entre penas se debe a que el tribunal considera que el hombre no era conocedor de la edad de la adolescente, hecho que sí sabía la otra sentenciada, según hacen constar los magistrados.

El máximo órgano judicial de la provincia considera acreditado que, estando la adolescente al cuidado de la procesada por ser esta conocida de su madre, la niña coincidió con el también acusado. Los dos adultos la llevaron a una finca de Onda, donde la invitaron a bañarse en una balsa. La menor lo hizo desnuda y ellos dos, en ropa interior. Durante el chapuzón los dos condenados se hicieron tocamientos sexuales, tratando de acercarse el varón a la víctima.

Después, se dirigieron a una caseta de la finca, donde previamente habían estado esnifando cocaína. La mujer se metió desnuda en una cama y le dijo a la menor que fuera. La niña, tal y como consta en la sentencia a la que ha tenido acceso este periódico, se dejó hacer las prácticas sexuales, formando entre los tres un trío.

El acusado ignoraba la edad de la joven, mientras la mujer sí era consciente de que tenía 15 años, una edad a la que se considera legalmente un delito de abuso sexual tener relaciones íntimas.

Además de la pena de prisión, los magistrados imponen una orden de alejamiento para que ninguno de los adultos pueda acercarse a la chica ni comunicarse con ella por ningún medio.

En el plano de la responsabilidad civil, el tribunal establece una indemnización de 6.000 euros para la menor por el daño moral.

Testimonio de la niña

«Yo solo quería irme a casa. El hombre me lamía como si fuera un caramelo y me quitó la ropa interior. Ella me decía que cuanto antes me dejara, antes nos iríamos», explicó la adolescente durante el juicio celebrado en la Audiencia Provincial, al que asistió Mediterráneo.

Por su parte, los dos procesados negaron los hechos. El varón, que declaró en primer lugar, admitió que había sido consumidor habitual de cocaína, pero negó haber mantenido relaciones sexuales con la menor. 

La mujer, que se sentó en el banquillo en un avanzado estado de gestación, reconoció que se había quedado al cuidado de la niña, ya que conocía a la progenitora por haber trabajado juntas en una casa de citas. Rechazó la acusación de abusos y dijo haber tenido problemas con la madre.

La madre de la menor

La progenitora también fue llamada a declarar como testigo y dijo que fue la acusada quien le pidió pasar tiempo con la niña porque se sentía «sola». «Mi hija me contó que le habían dado droga y, cuando la llevé a la Guardia Civil, la oí contar que le habían hecho tocamientos y que le decían que se relajara», dijo.

Ante la sentencia condenatoria de la Audiencia cabe recurso.