Contrató a dos prostitutas para "un servicio sexual de larga duración". Albert Cavallé, conocido como el estafador del amor, ofreció pagarles 100 euros la hora a cada una a cambio de que pasaran junto a él la tarde y la noche del 31 de agosto de 2020 en un piso del distrito barcelonés de Sants. Se presentó ante las dos mujeres como un joven apuesto, educado y rico, muy rico. Según el escrito del fiscal, al que ha accedido CASO ABIERTO, Cavallé alardeó ante ellas de ser el joven heredero de una enorme fortuna, les aseguró que era "hijo del dueño del hotel de Plaza España" de Barcelona.

Las dos mujeres aceptaron tener sexo de pago con él, pero exigieron a Cavallé que les entregara el dinero por adelantado. Entonces, el estafador catalán, que se enfrenta este lunes a un juicio por esos hechos en Barcelona, "simuló hacer una primera transferencia, utilizando el teléfono móvil y advirtiéndoles de que el pago tardaría unas horas en llegar" porque su banco era distinto del de las dos chicas. El fiscal pide para Cavallé tres años de prisión por un supuesto delito de estafa.

Les pidió dinero

Según la documentación del caso, Cavallé y las dos prostitutas estuvieron juntos doce horas seguidas. En ese tiempo, hubo un momento en que él pidió a una de las chicas "que le prestara 500 euros, que le abonaría, según afirmó, (añadiendo esa cantidad) con el pago de los servicios sexuales prestados". La mujer, "ante la seriedad y el importante nivel económico" de Cavallé, accedió a dejarle ese dinero.

La sorpresa llegó a la mañana siguiente, cuando el dinero no llegó y las mujeres se percataron del engaño. "Viendo que Cavallé no había hecho la transferencia prometida, que ascendía a 2.900 euros (2.400 euros por el servicio sexual y 500 euros más por el préstamo), ambas le exigieron que fuera a buscar el dinero a un cajero", dejando como "prenda" un teléfono móvil que ellas le devolverían cuando regresara.

Él denuncia

Según el fiscal, la intención de las mujeres era "retener el móvil de Cavallé como medida de seguridad para tener los datos del estafador y poderle denunciar", pero él aprovechó esta circunstancia para marcharse del piso y acudir a una comisaría de los Mossos d'Esquadra, donde las denunció por "robo y amenazas".

De acuerdo con esa denuncia presentada por Cavallé, en poder de CASO ABIERTO, él contrató los servicios de una prostituta, pero acordaron que le pagaría "380 euros" que, según asegura, entregó a la mujer en metálico y por adelantado.

Una segunda "señorita"

Entonces, según su versión, "una amiga de esa mujer se unió a nosotros, yo le dije que no tenía más dinero para pagar los servicios de una segunda señorita, pero a ella no le importó porque, al parecer, no tenía trabajo durante aquellas horas y optó por quedarse con nosotros".

Cavallé denuncia que, a la mañana siguiente, esa segunda mujer "irrumpió en la habitación, con un cuchillo y un afilador, completamente fuera de sí, gritando: ¡Eres Albert Cavallé, sales en internet como estafador del amor. Vete, vete!". Según relata el hombre, él entonces "se puso los pantalones, como buenamente pudo, cogió su billetera que había dejado encima de la mesa y abandonó el lugar a toda prisa, temiendo por su integridad física".

Un chaleco de 220 euros

Con la urgencia, Cavallé se olvidó en el piso, según reclamó en su denuncia, su teléfono, "una mascarilla FFP2 de algodón y un chaleco de marca valorado en 220 euros". Los investigadores, que no encontraron ningún chaleco en el piso, no dieron crédito a su denuncia y sí a la que interpusieron las mujeres contra él por estafa.

Por ese motivo, Cavallé se sienta desde el lunes en el banquillo del juzgado de lo penal 25 de Barcelona. Su abogado, David Sans, defiende su inocencia y pide al juez que le absuelva. El fiscal pide tres años de cárcel para el estafador, al apreciar una agravante de reincidencia por engañar a otras mujeres. Lo cierto es que el barcelonés tiene ya antecedentes penales por estafa, apropiación indebida, simulación de delito y denuncia falsa.

Contra él pesan ya al menos cuatro condenas firmes. La última, que ha conocido este medio, la dictó el juzgado de lo penal 19 de Barcelona después de que el embaucador vendiera un ordenador portátil robado a una mujer en un Cash Converter. La decisión del tribunal sumó un año, cuatro meses y quince días de prisión a las penas que ya acumula Cavallé.