El párroco de Alcañiz (Teruel) sufrió ayer por la noche una agresión por parte de un hombre que ya ha sido identificado por la Guardia Civil. La víctima estaba ya durmiendo cuando alguien llamó al timbre de la casa parroquial, bajando el sacerdote Pablo Roda para ver qué pasaba. Ahí estaba un hombre que, pese a la ola de calor, solicitaba inmediatamente una manta a gritos y en una actitud muy violenta.

El religioso trató de tranquilizar al joven, si bien no lo consiguió pese a que puso su vida en peligro. El atacante le agredió en varias ocasiones con una zapatilla de deporte a este hombre de mediana edad antes de que consiguiera cerrar la puerta de entrada que, pese a lo robusta que parece, los golpes la hacían endeble.

Tras varios forcejeos, el sospechoso cogió una silla de la terraza del bar más cercano y con ella rompió varios cristales de la puerta de acceso.