Agentes de la Guardia Civil volverán a rastrear en los próximos días la zona del barranc de les Vinyes de Alfondeguilla en la que el martes por la tarde apareció el cuerpo sin vida de una mujer para intentar encontrar prendas de ropa de la fallecida u otros objetos personales de la finada que puedan constituir pruebas y arrojar luz a lo sucedido a la mujer.

Como adelantara ayer este periódico, los forenses determinaron que la fallecida tenía entre 30 y 50 años y que llevaba muerta entre cuatro meses y un año. Sin embargo, el estudio forense se prevé largo y complejo debido al elevado estado de descomposición y a la falta de tejidos blandos del cadáver. Para extraer ADN, tomarán muestras del fémur --el hueso más ancho y, por tanto, más eficiente-- con el objetivo de obtener un perfil genético de la víctima, ya que identificarla es la prioridad. Una vez obtenido un marcador biológico, se introducirá en la base de datos de desaparecidos con el fin de cotejarlo en busca de posibles coincidencias. En la zona no existen denuncias coincidentes, según fuentes consultadas.

El cuerpo sin vida fue hallado por una mujer en una zona popular entre senderistas. Se encontraba bastante deteriorado por la fauna carroñera, comido por las alimañas, y le faltaban ambas manos y ambos pies. Asimismo, presentaba mordeduras en la cara.