Un hombre de 78 años, vecino de les Alqueries, se sentará en el banquillo los días 20 y 21 de septiembre para hacer frente a una pena de 21 años de prisión por los delitos de agresión sexual continuada y corrupción de menores continuada. Según sostiene el fiscal en su escrito provisional, los hechos sucedieron hace ahora dos años, cuando la víctima tenía 13 y el procesado, 76.

Se da la circunstancia de que el investigado ya fue condenado por la Audiencia Provincial por un delito de agresión sexual en grado de tentativa en el año 2013.

Según el escrito del Ministerio Público, el hombre se sirvió de la precaria situación económica y social en la que se encontraba la menor y se acercó a ella cuando salía del colegio, entablando conversación con ella y ofreciéndole un euro, hecho que se repitió hasta que la adolescente accedió a entrar en casa del acusado.

‘Modus operandi’

Tras cerrar el pestillo, le dio a la menor dos euros y le pidió que se fumara un cigarro con él, cosa que la chica rechazó, marchándose del domicilio. Desde ese momento, el procesado esperaba a la niña a la entrada o la salida de clase y la amenazaba para que lo acompañara a su casa, diciéndole que si no lo hacía algo malo iba a pasar e insistiéndole en que él era el único que la quería, ya que sus padres no lo hacían. La afectada accedió entre diciembre del 2019 y febrero del 2020 a las pretensiones del hombre de avanzada edad y se veían dos o tres veces por semana.

El procesado le hacía tocamientos por encima y por debajo de la ropa, obligando a la chica a desnudarse en algunas ocasiones, quitándose él también la ropa.

El hombre, presuntamente, le pedía a la adolescente que le hiciera tocamientos a él y, en ocasiones, le cogía con fuerza la mano a la menor, guiándola hasta sus partes íntimas para conseguirlo.

El último día

La última ocasión en la que se vieron, estando ambos viendo la tele, el hombre colocó su pierna sobre la menor para inmovilizarla e intentó violarla, resistiéndose ella hasta que, finalmente, pudo darle una patada al hombre en los genitales, zafarse y salir de la vivienda.

Además de la pena de prisión antes mencionada -con la circunstancia agravante de reincidencia-, la Fiscalía aboga por otros 18 años posteriores de libertad vigilada y , en el apartado de la responsabilidad civil, pide una indemnización de 40.000 euros para la niña por el perjuicio moral.