«Recibí la llamada que nunca quieres... A mi hijo le habían dado una paliza y le sacaron tres dientes de cuajo». Lo cuenta la madre de un joven de 18 años al que propinaron la madrugada del 20 de julio una brutal paliza en Dénia. El chaval está todavía en tratamiento psicológico y odontológico. Sufrió amnesia postraumática. La Policía Nacional no ha logrado identificar a los tres agresores que le atacaron a la salida de la discoteca de Marqués de Campo. Revisaron las grabaciones de la discoteca, de una sucursal bancaria, de un comercio y del Museu del Joguet, pero no pudieron ponerle cara a los atacantes.

La madre de este joven ha enviado ahora una carta al Ayuntamiento de Dénia. Expresa «la indefensión tan grande que siento». Y pide que se coloquen cámaras en el tramo de la calle Marqués de Campo donde está la discoteca para que no ocurran más agresiones.

Afirma que su hijo tuvo suerte de que, cuando los tres agresores le golpeaban, saliera la camarera de la discoteca. «Gracias a ella no fue todavía más dramático. A saber cómo hubiera acabado si ella no sale y les sorprende».

Esta madre dice que la familia veranea en Dénia desde hace 30 años. Sus hijos han crecido yendo a la feria y saliendo con los amigos. La ciudad forma parte de sus vidas. Su hijo menor recibió la paliza tres días antes de que volvieran a Madrid. Ahora la madre, conmocionada por lo ocurrido, afirma que no saben si regresarán de vacaciones a Dénia.