Un vecino de les Alqueries de 78 años se enfrenta a 21 años de cárcel por un delito continuado de agresión sexual a una chica de 13 años y por otro de corrupción de menores con la agravante de reincidencia. El acusado, que se encuentra en prisión por estos hechos, será juzgado hoy y mañana en la sección primera de la Audiencia Provincial de Castellón.

Según el escrito de acusación de la Fiscalía, entre los meses de diciembre del 2019 y febrero del 2020, el procesado «sirviéndose de la precaria situación económica y social en la que se encontraba la menor, que cuando empezaron los hechos contaba con 13 años, y con el objeto de satisfacer su ánimo libidinoso se acercó a ella, entablando conversación, ganándose su confianza y ofreciéndole dinero, acción que se repitió hasta que esta accedió a entrar en la vivienda del procesado».

La esperaba

Teniendo en cuenta la calificación del Ministerio Público, desde ese momento el procesado esperaba a la menor a la entrada y salida de un lugar al que acudía regularmente y «le insistía para que fuera a su casa y, cuando esta se negaba, el procesado le decía que si no iba con él le iba a pasar algo malo, que él era la única persona que la iba a querer ya que sus padres no la querían, ofreciéndole dinero». Finalmente, la chica accedió y allí, de acuerdo al escrito de la Fiscalía, «le realizaba tocamientos en los pechos y las nalgas, obligándola en algunas ocasiones a desnudarse, desnudándose también él, e intentando sin conseguirlo realizarle también tocamientos en la vagina, pidiéndole que besara y tocara su miembro viril y ofreciéndole dinero por ello, masturbándose delante de ella». «Hasta que en una ocasión le pidió que le cogiera el pene y se lo moviera y esta se negó, pero el procesado le agarró la mano de la menor con fuerza y la colocó sobre su miembro realizando movimientos mientras mantenía sujeta la mano de la menor hasta eyacular», señala.

Patada para huir

De igual modo, el fiscal relata que el último día que la chica de 13 años accedió a la vivienda del acusado en les Alqueries «estando ambos sentados viendo la televisión el procesado que estaba desnudo sujetó fuertemente a la menor colocando una mano y una pierna sobre esta para que no pudiera levantarse y tras colocarse sobre ella intentó penetrarla resistiéndose la menor, quien finalmente pudo, tras darle una patada en los genitales, zafarse y salir de la vivienda».