Leonardo Tardivo no olvidará nunca lo que le pasó el jueves pasado por la noche a la salida del trabajo. Volvía a casa en su coche cuando sufrió una agresión por parte de un hombre que llegó a encañonarlo con una pistola, con la que lo golpeó provocándole evidentes lesiones en la cara. 

Días después, con los cardenales y el dolor patentes, todavía no se explica un suceso que los dejó conmocionados a él y a un amigo que lo acompañaba en el coche.

Relata que sobre las once de la noche salió del restaurante frente a la UJI en el que trabaja. Subió a su coche y se dispuso a regresar a casa. En un cruce, «no hice el stop completo», es decir, no detuvo el vehículo totalmente, y giró a la izquierda. Iba despacio, pero se cruzó con un Citroën «que tuvo que frenar para no tocarnos». No hubo colisión. Leonardo, según dice, le hizo un gesto con las manos disculpándose con el otro conductor y siguió la marcha.

Días después, las lesiones en el rostro de Leonardo todavía son muy evidentes. MEDITERRÁNEO

Lo que no se esperaba es que, a pesar de no haberse producido ningún accidente, el otro implicado en ese lance iba a seguirle. Se dio cuenta varias calles después. La sorpresa y el temor fueron máximos cuando, en un momento dado, a la altura de las instalaciones de Gaetà Huguet, «el Citroën me adelantó y se cruzó en la carretera para cortarme el paso». De su interior bajó un hombre. Leonardo y su amigo no tardaron en comprobar que «de una especie de riñonera, sacó una pistola, la amartilló y me la puso en la sien».

Identificó la matrícula

Sin ser capaz de reaccionar, escuchó que le decía: «Si llego a llevar a la niña te mato» y acto seguido le propinó un fuerte golpe con el arma en la cara y se fue. Solo acertó a decirle a su compañero que anotara la matrícula. Una información que poco después daría a la Policía Nacional.

Herido y conmocionado, Leonardo se dirigió a su casa. Llamó a Emergencias y no tardó en acudir una patrulla de la Nacional a su casa, donde le tomaron declaración antes de emplazarlo a ir al hospital para que lo curaran y le hicieran un parte de lesiones.

Ahora sabe que su agresor tiene antecedentes y que, tras lo sucedido, está en busca y captura. Su mayor preocupación es que «un tipo como ese va por ahí con una pistola». Asegura que a cuantos contaba lo sucedido, «nadie se creía que pasara en Castellón».