Un abuelo de Rossell se sentará en el banquillo este viernes para enfrentarse a una pena de 24 años de prisión por los presuntos abusos sexuales a sus dos nietas. Los hechos que llegarán a juicio en la Sección Primera de la Audiencia sucedieron entre 2012 y 2013, aunque el procesado no fue detenido hasta junio del pasado 2021.

Según sostiene la Fiscalía en su escrito de acusación provisional, el hombre, que tiene en la actualidad 77 años, se aprovechaba de los periodos de visitas en los que estaba con las menores para satisfacer su ánimo libidinoso. Prevaliéndose de la relación de parentesco y confianza que le unía a las pequeñas, cuando estas contaban con siete años de edad las compelió, según el relato del fiscal, a realizarle felaciones y masturbaciones.

Estos hechos ocurrieron, según el Ministerio Público, en varios lugares, tales como la barraca de caza propiedad del acusado y en el dormitorio y salón de su vivienda de Rossell y en el coche.

Cuando una de las menores tenía unos 10 años, además le exhibió varios vídeos de contenido pornográfico en su teléfono.

La Fiscalía acusa al hombre de avanzada edad de dos delitos continuados de abusos sexuales y de un delito de exhibición de material pornográfico a un menor.

Además de los 24 años y 10 meses de prisión que solicita, la Fiscalía aboga por una orden de alejamiento que le impida acercarse a las víctimas durante ocho años, así como la prohibición para ejercer actividad alguna con menores por tiempo de 16 años.

En el apartado de la responsabilidad civil, el Ministerio Fiscal pide una indemnización total de 20.000 euros --10.000 para cada menor-- por los daños morales

UN CASO RECIENTE

Recientemente el Tribunal Supremo ha ratificado la pena de prisión impuesta por la Audiencia Provincial a un hombre que abusó sexualmente de su sobrina. El varón ha sido condenado a seis años de cárcel y diez de libertad vigilada por abusar sexualmente en Castelló de su sobrina desde que la víctima tenía siete años. El hombre obligaba a la menor de edad a ver pornografía y le decía que en esas imágenes se veía lo que ellos dos harían cuando ella fuera mayor, según vio probado el tribunal. 

Los hechos por los que el varón ha sido sentenciado tuvieron lugar entre los años 2018 y 2020, cuando la víctima estaba a solas con el procesado. Según la sentencia, el adulto le realizaba tocamientos a la pequeña en el pecho y en sus partes íntimas, besándola también en el cuello. En ocasiones, llegó a colocar la mano de la niña sobre sus genitales y a masturbarse en su presencia, como creyó probado la Audiencia.