La okupación sigue causando estragos en la provincia y provoca la desesperación de los vecinos del Raval Universitari de Castelló, donde el edificio ubicado en el número 15 de la calle Joaquín García Girona --propiedad de la Generalitat Valenciana y destinado a alquileres sociales-- no deja de protagonizar incidentes.

Mediterráneo viene denunciando desde hace meses los problemas de convivencia y daños en zonas comunes de la finca, que llevaron al Consell a contratar a un vigilante de seguridad e instalar una garita en el bloque. Ahora, según los residentes, el clima de «inseguridad» ha ido in crescendo hasta el punto de producirse el pasado fin de semana un violento episodio de amenazas con arma blanca que requirió de la intervención de la Policía Nacional

Los hechos sucedieron sobre las 18.00 horas del pasado sábado, cuando, según los testigos el altercado, una persona entró en el edificio y realizó ciertas pintadas amenazantes, dirigidas a una familia de okupas. Este intruso fue sorprendido por uno de los destinatarios, una mujer con la que forcejeó y a la que, según los testigos, llegó a rajar la ropa con una navaja --aunque sin herirla--.

Ante los gritos y el alboroto generado por este suceso, varios residentes en la zona llamaron a la policía, cuyos agentes se personaron en la zona y hablaron con los destinatarios de las amenazas.

«Al final habrá una tragedia»

Fuentes policiales consultadas apuntan a que todo podría ser un ajuste de cuentas entre clanes, posibilidad que atemoriza a los residentes, «cansados» de los problemas que la okupación de viviendas ha llevado a una comunidad que antes, dicen, era «muy tranquila». «Al final, va a pasar algo muy grave y nosotros no sabemos ya qué hacer ni cómo decirlo. Estamos desesperados», explican en conversaciones con este diario, sin querer desvelar su identidad por miedo a las posibles represalias.

Los afectados inciden, además, en que, aunque la Generalitat optó el pasado mes de mayo por poner a un vigilante de seguridad ante las numerosas quejas de los residentes, esta persona «no se entera de todo lo que pasa o no puede hacer frente a la gravedad de estos hechos, por lo que no es suficiente». En este sentido, los vecinos dicen sentirse «totalmente abandonados por el EVha --Entidad Valencia d’Habitatge i Sòl--».

Recientemente, como adelantara este diario, vecinos del PAU Lledó de Castelló también han visto su Paz quebrada por la presencia de una mafia okupa que amenaza a residentes y asalta chalets para alquilarlos o venderlos a otros intrusos. El presunto cabecilla de la red tiene a adolescentes que trabajan como captadores de nuevas viviendas vacías y, además, están enganchados a suministros que pagan las comunidades de vecinos, por lo que el malestar y el miedo es notable.