A la espera de que el cotejo de las muestras de ADN lo confirme, la presencia de unas sandalias junto a los restos óseos encontrados el sábado en el entorno de la Penya Migdia de la Vall d’Uixó llevaría a ratificar las primeras sospechas, que apuntan a que el cuerpo sería el del vecino del municipio desaparecido en agosto del 2021, David Leiva, al que se le perdió la pista tras haberlo visto iniciar el ascenso por el barranco de Aigualit.

La Federación de Caza de Castellón confirmó ayer que fue uno de sus asociados quien realizó el hallazgo mientras participaba en un reconocimiento previo al Campeonato Provincial de Caza Menor que se celebrará en ese lugar. 

Al no conocer el terreno, un grupo de aficionados se citó en el coto de la Vall en el que va a organizarse la competición para familiarizarse con sus catacterísticas, lindes, peligros y las mejores zonas donde ubicarse. Uno de los cazadores llegó a una zona escarpada en la que no podía continuar por la parte inferior y, buscando un lugar más accesible, dio con los huesos a unos 100 metros de una senda, en una pendiente prolongada. «No es un sitio habitual para hacer senderismo», precisaron las fuentes consultadas.

En principio creyó que podría tratarse de los restos de un animal grande, una cabra montesa o un jabalí, una posibilidad que descartó en cuanto identificó sin ninguna duda un cráneo humano. De inmediato, trató de comunicar el hallazgo a la Federación de Caza e informó al 112. «Enseguida llegó la Policía Local», confirman.

Parecía estar sentado

Para conocer las causas de la muerte hará falta un estudio profundo de los huesos, pero por la disposición del cadáver parecía estar sentado, como reposando sobre las rocas. Si bien es cierto que cabría la posibilidad de que hubiera sufrido una caída, es obvio que a estas alturas no puede descartarse cualquier otra posibilidad, desde que se sintiera indispuesto hasta que se accidentara y buscando cobijo o descanso, falleciera. Será la investigación la que confirme o descarte cualquiera de esas opciones.

Por la localización del hallazgo, el estado de descomposición y el calzado, todo apunta a que los restos son los de David Leiva, a falta de confirmación científica

Lo que resultaba evidente a simple vista era que el cadáver llevaba en ese zona tan apartada mucho tiempo pues, como ya se ha dicho, solo quedaban los huesos y restos de ropa de difícil identificación. Se conocía al detalle las características de la indumentaria de David Leiva cuando desapareció, pero todo el tejido conservado estaba ennegrecido. Sin embargo, el hecho más singular, conocido de antemano cuando se inició su búsqueda hace 14 meses, que David Leiva llevaba sandalias y no zapatillas deportivas o botas de montaña, sería crucial para avanzar en la identificación del cadáver. Muchos indicios --ubicación, estado de descomposición del cuerpo, calzado-- como para no sospechar de manera fundada que la historia de la desaparición de Leiva puede haber llegado a su fin, 14 meses después.