JUICIO EN LA AUDIENCIA

Un castellonense huérfano: «Mi tío abusó de mí siendo menor durante años tras morir mi madre»

El acusado lo niega, pero los forenses ven creíble el testimonio de las víctimas

El acusado de abusos sexuales a sus dos sobrinos huérfanos se sentó ayer en el banquillo de los acusados.

El acusado de abusos sexuales a sus dos sobrinos huérfanos se sentó ayer en el banquillo de los acusados. / ERIK PRADAS

Dos hermanos huérfanos acusaron ayer a su tío de abusos continuados en el juicio que se celebró en la Audiencia Provincial contra el presunto pederasta, que se enfrenta a 12 años de prisión

Una de las víctimas describió los tocamientos que sufrió a manos del adulto desde los 12 hasta los 18 años. «Me masturbaba y me preguntaba por el desarrollo de mis partes íntimas cuando hacíamos trayectos en coche y nos encontrábamos a solas», aseveró por videoconferencia al estar viviendo en el extranjero.

El afectado admitió que empezó a darse cuenta en su adolescencia de que aquello no era normal. «En una ocasión me llevó de viaje a Alcañiz y en el hotel, aunque yo le decía que no quería y me negué, me hizo tocamientos y también sexo oral. Decía que era algo normal», afirmó la víctima.

El joven sostuvo que durante la pandemia recapacitó y decidió denunciar los hechos «para sacarlo de mi interior». Además, dijo que su hermano le había confesado que también abusó de él.

El mismo afectado también acusó al procesado de enviarle mensajes insistentes, «más de cien», y de compartir con é fotografías y vídeos pornográficos.

Su hermano también habló de los episodios sufridos, aunque de menor gravedad. En su caso, refirió caricias por encima de la ropa.

Por su parte, el acusado se negó a responder a las preguntas del fiscal y la acusación particular. Solo contestó a una pregunta de su abogado para negar los hechos, pero sin ofrecer versión alternativa alguna a la denuncia.

En calidad de peritos declararon dos forenses del Instituto de Medicina Legal de Castellón quienes consideraron creíble el testimonio de los denunciantes. En concreto, respecto al menor que sufrió abusos de mayor gravedad, las doctoras hablaron de una personalidad «sumisa y dependiente», con necesidad de «apoyo externo». Unas características, según las facultativas, «adquiridas» por las vivencias durante su vida. Asimismo, en su evaluación detectaron sentimientos de «vergüenza» y «culpabilidad» en el joven.

Mismo modus operandi

El fiscal elevó a definitivas sus conclusiones y pidió la condena del procesado, a quien acusó de llevar a cabo el mismo modus operandi con los dos menores, que no consintieron los tocamientos.

La acusación particular se adhirió a las conclusiones definitivas del fiscal, mientras que la defensa pidió la libre absolución y dijo que los abusos no habían quedado acreditados. «Es la palabra de uno contra la de otros dos», sostuvo el letrado defensor, quien acusó a los denunciantes de cambiar en sus declaraciones la edad que supuestamente tenían cuando sucedieron los hechos para agravar el delito.

Además de la pena de prisión, el fiscal pide once años de libertad vigilada para el acusado y una orden de alejamiento.

El tribunal de la Sección Primera deberá decidir en los próximos días si dicta una sentencia condenatoria o absolutoria.

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