La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Castellón sentará en el banquillo el próximo mes de noviembre a dos hombres acusados de abusar sexualmente de sus sobrinos menores de edad. El primero de ellos se celebrará el día 24, cuando un hombre de nacionalidad paraguaya y 35 años se enfrentará a 12 años de prisión por unos hechos acaecidos en agosto del 2020. Según el escrito de acusación de la Fiscalía Provincial, el procesado se encontraba en el domicilio de su hermana, en la capital de la Plana, al que había acudido a pasar unos días con su novia. Una vez en el domicilio, de noche, se aproximó a la cama donde dormía una de sus sobrinas menores, de 12 años, de escaso desarrollo físico y mental. Entonces, presuntamente, le acarició las piernas, los glúteos y el abdomen, introduciéndole a continuación la mano en los genitales, comenzando a gritar la niña cuando se percató de la situación para alertar a su madre, que dormía en otra habitación de la casa.

El Ministerio Público lo acusa de un delito de abusos sexuales y pide, además de 12 años de prisión, una medida de libertad vigilada por tiempo de ocho años más y una orden de alejamiento.

En concepto de responsabilidad civil, aboga por el pago de 30.000 euros a la afectada por el menoscabo psicológico producido a consencuencia de estos hechos. Y es que, según consta en el documento, la menor tiene dificultades psicológicas que pueden requerir supervisión, sin que presente respuestas somáticas, conductas de retraimiento, depresión o ansiedad de gravedad.

Un día después, el 25 de noviembre, otro hombre, de nacionalidad española y 51 años, se sentará en el banquillo por hechos similares. En este caso, también en la ciudad de Castelló, el procesado habría aprovechado los ratos a sola con su sobrino, de tan solo seis años de edad, para satisfacer sus deseos sexuales. Así, según el escrito de acusación de la Fiscalía, con el pretexto de jugar a la consola, cogía al niño en brazos, lo sentaba sobre sus rodillas y se frotaba contra el pequeño. Además, habría hecho que el niño le realizara tocamientos en sus partes.

El fiscal, en este caso, solicita seis años de cárcel por un delito de abusos continuados y ocho años más de libertad vigilada.

Por lo que respecta a la orden de alejamiento, aboga porque no pueda aproximarse a menos de 200 metros de la víctima por un plazo de ocho años. Por último, en el apartado de la responsabilidad civil, propone el pago de 3.000 euros al afectado por los perjuicios morales ocasionados.