Un joven de origen rumano reconoció ayer haber apuñalado a tres personas durante la celebración de una comida familiar el pasado Día de Reyes en Castelló. El procesado, que se enfrentaba a una pena de 14 años de cárcel, aceptó ayer nueve, que se reducirán a la mitad con la condición de que sea expulsado del país, según ha podido saber este diario.

El juicio se celebró en la Sección Primera de la Audiencia, donde tras la confesión del acusado y la declaración de las víctimas, se renunció a la práctica de la prueba pericial.

Uno de los apuñalados recordó al tribunal que perdió el bazo tras el ataque con arma blanca durante la celebración de una barbacoa. «Estuve en coma dos días», lamentó el perjudicado, que reclamó la indemnización que pueda corresponderle por estos hechos.

Los implicados

Otro de los heridos afirmó que conoció al agresor el mismo día de la fatídica comida y que le «pinchó» dos veces en el abdomen durante una pelea. La tercera víctima explicó que «todos daban patadas y puñetazos». «Me cortaron en la tripa, pero no sé quién fue porque no lo pude ver», dijo el testigo.

Según pudo saber este diario, la trifulca comenzó con el ataque del ya condenado al actual novio de su madre. El procesado, «actuando con la finalidad de menoscabar la integridad física de la pareja de su madre», le propinó una bofetada en la cara, motivo por el que intervino para mediar en la reyerta otra persona, produciéndose diversos empujones entre este último y el presunto autor. Otro hombre se interpuso para intentar frenar la agresión. Tres varones acabaron con lesiones causadas con una gran navaja.

Riesgo vital

El hombre que perdió el bazo tras el apuñalamiento sufrió lesiones que le ocasionaron «un riesgo vital», tal y como se recoge en el escrito de acusación. Por ello, el acusado será condenado por un delito de homicidio en grado de tentativa. Por lo que respecta a los otros dos lesiones, se le imputan sendos delitos de lesiones con instrumento peligroso.

En el apartado de la responsabilidad civil, uno de los heridos renunció ayer a la cuantía económica que pudiera corresponderle. Los otros dos sí recibirán una compensación por las lesiones y secuelas, siendo la cantidad solicitada para el herido más grave superior a los 23.000 euros.

Según pudo saber ayer este diario, el procesado, que se encuentra en prisión preventiva y estuvo custodiado ayer por agentes de la Policía Nacional, no tenía antecedentes penales previos y llevaba poco tiempo en España, por lo que estuvo asistido durante el juicio por un intérprete de rumano.

El susodicho lleva en prisión desde su detención tras el apuñalamiento, un tiempo que también se le descontará de la condena de cuatro años y medio de cárcel que le imponga la Audiencia Provincial, por lo que le restan por cumplir poco más de tres años y medio entre rejas.