El hombre de 42 años que el pasado martes por la tarde fue detenido en Nules tras amenazar de muerte a su expareja, pegar a policías locales y romper retrovisores de coches estacionados en la vía pública fue condenado ayer en un juicio rápido, tras pasar a disposición judicial procedente del cuartel de la Guardia Civil.

Según confirmaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia a este diario, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Vila-real lo condenó ayer por los delitos de amenazas y daños (en relación con el portal de una vivienda) a una pena de seis meses de prisión y la prohibición de aproximación a menos de 500 metros y comunicación por cualquier medio respecto tanto de su expareja, como de todos sus hijos.

En el mismo juicio se acordó la imposición de un dispositivo telemático al agresor machista condenado y la suspensión condicionada de la pena de prisión al tratarse de una condena inferior a dos años, una suspensión a la que no se opusieron la Fiscalía ni la acusación particular, según las mismas fuentes judiciales consultadas.

El juzgado ha acordado inhibirse en favor del Juzgado de Instrucción Nules 3, con competencias para ello, para que siga el procedimiento respecto del resto de delitos: atentado y daños (en relación con vehículos aparcados).

Cabe recordar, como publicara ayer este diario, que el suceso causó un gran revuelo en la calle San Bartolomé y no pasó inadvertido entre los vecinos. Eran las 19.30 horas cuando el varón, que parecía estar bajo los efectos de alguna sustancia según los testigos, se puso muy violento y empezó a gritar a su expareja desde la calle, amenazando con acabar con su vida.

Paralelamente, comenzó a golpear los coches y a romper retrovisores, por lo que agentes acabaron acudiendo a la zona. El agresor machista se mostró altivo con los policías locales, les dijo que era cinturón negro y no depuso su actitud. A uno de los agentes le dio un cabezazo en el rostro. Resultó clave la intervención de tres varones de origen magrebí que prestaron ayuda a los policías locales.