Diez traficantes se sentaron ayer en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Castellón para enfrentarse a su juicio por tráfico de drogas en el sur de la provincia. La vista comenzó con casi una hora de retraso y es que todos ellos reconocieron los hechos y alcanzaron un acuerdo con la Fiscalía --solo uno de los procesados no se mostró conforme con la pena solicitada --aunque sí reconoció los delitos-- y deberá esperar a que el tribunal dicte sentencia--. 

Así, los acusados aceptaron penas que oscilan entre los seis meses y los dos años y medio de cárcel. Admitieron que, al menos desde el año 2014, se dedicaban a la venta de estupefacientes, esencialmente cocaína, a lo largo de la zona sur de la provincia. 

El cabecilla

El presunto cabecilla era quien conseguía cantidades importantes de la sustancia y la suministraba a los vendedores finales, encargándose varios miembros de la banda del transporte y entrega de la droga

Agentes del equipo EDOA de la Guardia Civil iniciaron una investigación y realizaron, con la pertinente autorización judicial, cinco registros domiciliarios en viviendas de Nules, Burriana y el Grau de Burriana.

En estos registros se incautaron de cocaína, hachís, marihuana, dinero en efectivo, balanzas de precisión, envoltorios, alambres de color verde y demás enseres para la preparación de las dosis de droga para su venta.

Así, la Audiencia condenó ya ayer, de viva voz, a nueve de los diez encausados por presuntos delitos de pertenencia a organización criminal y tráfico de drogas. Además, declaró la firmenza de la misma al confirmar las partes que no tenían intención de recurrir. Únicamente restará dictar la sentencia relativa al único acusado que no se conformó con la pena.

Agentes especialistas en la lucha antidroga de la Guardia Civil estaban citados a declarar como testigos y peritos, pero su intervención no fue necesaria al alcanzar los procesados un acuerdo con la Fiscalía Provincial y solo ratificar en sala que estaban conformes con el pacto firmado.