Crimen de Marbella: la expareja de la mujer desaparecida confiesa el crimen y la mutilación del cuerpo

El cuerpo decapitado y sin manos hallado el pasado domingo en una playa de Marbella corresponde a Natalia, la mujer colombiana de 46 años cuyos familiares denunciaron su desaparición esa misma tarde. Según fuentes cercanas al caso, su expareja, el hombre que fue detenido por la Policía Nacional el lunes por saltarse la orden de alejamiento unos días antes, ha terminado confesando el crimen a los investigadores y ha facilitado todos los detalles sobre lo que hizo con el cuerpo de la mujer tras acabar con su vida. El presunto asesino ha sido trasladado esta mañana al Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Marbella, mientras que el segundo arrestado, un amigo suyo, sigue en dependencias de la Policía Nacional.

La confesión y las distintas pesquisas realizadas por los investigadores arrojan luz sobre un crimen que movilizó a la Guardia Civil y a la Policía Nacional por diferentes vías. Los primeros investigaban un asesinato y los segundos, una desaparición. El instituto armado se hizo cargo del cuerpo que el mar arrojó la tarde del domingo sobre unas rocas de la playa de las Cañas. Sin cabeza ni manos y con una grave lesión en el abdomen, el Grupo de Homicidios de la Guardia Civil enfrentaba a la difícil tarea de resolver un asesinato de una mujer sin rostro ni huellas dactilares. El ADN era la llave para resolver la duda si se investigaba un crimen o dos.

Denuncia de la familia

Poco después, tras hacerse viral unos vídeos que mostraban el cadáver, una familia se presentó en la Comisaría de Marbella ante el temor de que se tratara de su pariente. Denunciaron que no podían contactar con ella y que días antes del hallazgo había sido amenazada por teléfono por su expareja, un colombiano de 45 años que tenía en vigor una orden de alejamiento sobre ella desde mediados pasado mes de diciembre tras un episodio de malos tratos por el que fue detenido. Según la propia Policía Nacional, la pareja mantuvo una relación sentimental de unos cinco meses a la que ella puso fin en noviembre, fecha en la que comenzaron los problemas para la víctima.

Tras la denuncia por desaparición, la Policía Nacional activó la madrugada del lunes un dispositivo para localizarlo y el trabajo culminó a primera hora de la mañana con la detención del sospechoso, inicialmente como presunto autor de un delito de quebrantamiento de condena, ya que la orden de alejamiento incluía la prohibición de comunicarse con la víctima.