Profanan una iglesia en Castelló

La iglesia parroquial de San Francisco de Asís de Castelló sufrió en la noche del martes "una grave profanación del Santísimo Sacramento de la Eucaristía". Así lo ha comunicado este miércoles el obispo de Segorbe-Castellón, Casimiro López Llorente, a través de un comunicado. En el robo fue sustraído el viril con el Santísimo, depositado en el Sagrario.

El cura de la parroquia, Antonio Caja, descubrió los hechos sobre las 20.30 horas del martes. Explica a Mediterráneo que, junto a un grupo de fieles, se disponía a rezar el rosario como cada día. Al ir a abrir el Sagrario se dieron cuenta de que no estaba la llave del Sagrario. "Queremos ser una parroquia abierta para que la gente pueda entrar a rezar cuando considere, y corremos este riesgo", indica Antonio Caja.

El párroco comenta además que no es la primera vez que ocurren hechos similares en la parroquia y que el pasado sábado, durante la misa, entró un "señor exaltado" dando gritos. "Llamamos a la policía y se lo llevaron, pero no sé si este hecho estará relacionado". El propio martes la policía científica estuvo tomando huellas en el lugar de los hechos. Hoy miércoles, Caja se disponía a formalizar la denuncia en la Policía Nacional.

Misa de desagravio

En el comunicado del obispado se informa de la próxima celebración de una Santa Misa de desagravio, "con el deseo de reparar este acto sacrílego". Será el próximo domingo, 29 de enero, a las 11.30 horas en la iglesia de San Francisco de Asís. "Este hecho nos duele profundamente", señala el obispo en el comunicado. "Se trata de un acto sacrílego contra el mayor tesoro que tenemos los católicos: la Santísima Eucaristía, presencia real y permanente de Jesucristo entre nosotros. Por ello, como Obispo pido a los sacerdotes que en todas las iglesias parroquiales, capillas y templos abiertos al culto se lleven a cabo actos de desagravio y de reparación sea con la celebración de la santa Misa o con la exposición prolongada del Santísimo Sacramento", añade.

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"Exhorto a los todos fieles católicos a aprovechar lo acontecido para renovar nuestra fe y devoción eucarísticas. Detrás de este suceso se esconde una llamada a la conversión dirigida a cada uno de nosotros. Hagamos de este agravio una oportunidad de desagravio. Que esta ofensa sea ocasión para suscitar y manifestar nuestro amor hacia Jesucristo, presente en la Eucaristía", finaliza el comunicado de Casimiro López Llorente.