El repunte de robos en un barrio de Burriana ha hecho saltar todas las alarmas entre los vecinos. Tras registrar hasta cinco asaltos a lo largo del año pasado, los residentes han decidido crear un grupo de Whatsapp para alertar de cualquier presencia extraña por la zona y mantenerse informados. Se trata de un área de la localidad repleta de casas unifamiliares ubicada en los alrededores de la residencia de la tercera edad y el centro educativo de Salesianos.
Han sido varios los vecinos con los que ha podido contactar el Mediterráneo y la preocupación es unánime. En un breve espacio de tiempo los allanamientos se han repetido, el último sin ir más lejos, sucedió el pasado mes de diciembre. En este caso, un matrimonio que vive en una casa independiente salió a dar un paseo por la ciudad en los días del puente de la Inmaculada y tuvieron que dar media vuelta tras recibir el aviso de que había saltado la alarma.
El modus operandi de los presuntos ladrones no ha seguido un patrón concreto, sino más bien, se ha ido adaptando a las posibilidades de acceso de cada casa. Así, la entrada al interior ha sido a través de la rotura de las persianas, por la azotea o la terraza y se ha saldado con la sustracción de electrodomésticos, joyas o efectivo.
Vigilancia
Con todo, la predilección de los cacos por este barrio en concreto es fruto, a juicio de los residentes, de la tranquilidad y ausencia de tráfico de la zona. «Al no haber mucho movimiento y varios rincones donde pasar desapercibidos, creemos que nos vigilan y controlan nuestros movimientos para saber en qué momento es más propicio entrar» incidió uno de los vecinos. Por eso tomaron la decisión de estar en contacto a través de la conocida red social a la que se han ido sumando más de 30 personas.
Advirtieron que es una medida que han adoptado para más seguridad y que han denunciado ante las autoridades competentes los diferentes hurtos, pero demandan más vigilancia para que, al menos, tenga efecto disuasorio. Declararon que «de un tiempo a esta parte hemos visto menos presencia de patrullas y creemos que sería positivo para desalentar las posibles conductas delictivas».
Y es que, a los continuos hurtos, se suman algunos actos vandálicos como pintadas o desperfectos en el mobiliario urbano. También denunciaron las actitudes incívicas que sufren por estar más apartados del casco urbano como excremento en la acera, falta de limpieza de la vía pública y poca iluminación de las calles.