De Ximo a JFV: la historia de Joaquín Ferrándiz (primera parte, 1963-1989)

El asesino en serie de Castellón sale de la cárcel en julio

Asesinatos y una misteriosa cinta de 18 milímetros: la historia de Joaquín Ferrándiz (segunda parte, 1989-1998)

Foto de carnet de Joaquín Ferrándiz.

Foto de carnet de Joaquín Ferrándiz. / Mediterráneo

Joaquín Ferrándiz Ventura será un hombre libre el próximo mes después de haber cumplido 25 (máximo permitido por ley) de los 69 años a los que fue condenado por el asesinato de cinco mujeres: Sonia Rubio, Natalia Archelós, Mercedes Vélez, Francisca Salas y Amelia Sandra García. En octubre de 1999, Mediterráneo publicó un completo informe de la Guardia Civil en el que se trazaba el perfil y la trayectoria vital de JFV, que en ese momento estaba a la espera de juicio. Los agentes que lo elaboraron permanecieron durante semanas dedicados en exclusiva a investigar quién era este hombre en apariencia tranquilo, pero que escondía en su interior un asesino en serie.

La siguiente es la primera de las dos partes de su biografía que publicaremos, la que va de 1963 a 1989.

Infancia

Pese a ser conocido como el asesino en serie de Castellón, lo cierto es que Joaquín Ferrándiz nació en València el día 9 de diciembre de 1963, en el seno de una familia de clase media-baja. Vive en el Cabañal junto a su padre, Antonio Ferrándiz, marino mercante; su madre, Asunción Ventura, su hermano Francisco Javier y su hermana Teresa. En 1977, cuando Joaquín tenía 14 años, la familia se traslada a Castelló. Primero viven en una vivienda de la calle Herrero, cerca del IES Joan Bautista Porcar, y posteriormente en la calle Godofredo Buenosaires. Sería allí donde la policía encontró, entre otros objetos, una cinta adhesiva que lo inculparía en la muerte de Sonia Rubio.

Poco después de su llegada a la capital de la Plana la tragedia golpea a la familia. El padre fallece y, con 17 años, Joaquín tiene que ponerse a trabajar para aportar dinero. La relación entre ambos era de poco aprecio e incluso de indiferencia, al menos por parte del joven, indican los informes policiales. Puede que fuera por las frecuentes discusiones que había en casa a causa de la afición al alcohol y las infidelidades del hombre, que además pasaba mucho tiempo fuera por trabajo.

Tampoco sentía demasiado apego por su hermana y su hermano; ni siquiera por su madre, pese a que fue quien más batalló por él cuando fue condenado por violación en 1989.

Juventud

Su vida es como la de cualquier otra persona de su edad. Sale por la noche, conoce a chicas, compagina trabajo y estudios… A finales de 1981 se compra una navaja automática, según confesó a un amigo, para usarla. Primeros nubarrones.

Imagen de Joaquín Ferrándiz Ventura.

Imagen de Joaquín Ferrándiz Ventura. / MEDITERRANEO

Sin embargo, es su hermano menor quien da más quebraderos de cabeza a su madre. Es bronquista, aficionado a la vida nocturna y no va a clase. Empieza a salir con una joven, llamada Mercedes Vélez Ayala, que 15 años después aparecerá muerta en Vila-real. Era, casualidad o no, una de las tres prostitutas que asesinó el hermano mayor de Francisco Javier.

En la veintena, Joaquín comienza una relación sentimental con una joven llamada Beatriz y entra a formar parte de la gaiata Sensal, todo un sello de castellonerismo. Ximo escribía un diario, incautado posteriormente por la Guardia Civil, y en él confesaba que en realidad no le gustaba su novia, y que el único motivo por el que no la dejaba era para que su padre le colocara en la azulejera en la que trabajaba. Mientras, va encadenando trabajos de todo tipo.

Violación

1989 es el año en el que se completa la transformación de Joaquín Ferrándiz en JFV. En abril, rompe su relación con Beatriz. Cambia la moto que había conducido hasta el momento por un coche, un Ford Escort, con el cual el 26 de junio chocará contra un ciclomotor conducido por una joven.

No fue un accidente. Joaquín se ofreció a llevarla a un centro hospitalario en su vehículo, pero no fue ese el destino, sino una zona de huertos, donde la agrede sexualmente. El 6 de agosto fue detenido y posteriormente condenado a 14 años de cárcel.

Asunción Ventura siempre creyó en la inocencia de su hijo, y emprendió una larga batalla para influir en la opinión pública. Aseguraba que Ximo no había hecho nada, ya que en el momento de los hechos estaba durmiendo. “Se lo comieron mentalmente”, dijo, culpando a los agentes.

La madre de Joaquín Ferrándiz, durante una rueda de prensa.

La madre de Joaquín Ferrándiz, durante una rueda de prensa. / Mediterráneo

También reprodujo una conversación que mantuvo con Joaquín al respecto: “Dicen que he sido yo porque la chica me ha reconocido por una foto. Si es así, me he vuelto loco, mamá. Llama a un psiquiatra porque estaré loco”.