Un hombre se sentó este jueves en el banquillo de los acusados de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Castellón para enfrentarse a una pena de 14 años de cárcel por presunto maltrato y retención de su pareja, ambos procedentes de Francia, en un apartahotel de Alcossebre, donde se alojaron entre los meses de diciembre y febrero.
El juicio se celebró con la ausencia de la víctima, que no se presentó pese a los distintos requerimientos, como indicaron desde las distintas partes. Ahora bien, el tribunal, al no existir obligación por ser una ciudadana extranjera, optó por recurrir a una declaración previa de la víctima, la cual se reprodujo en la sala, alegando que así se evitaban «dilaciones indebidas» para el acusado, el cual se encuentra en prisión provisional por estos hechos. La defensa insistió en reclamar la suspensión del juicio por la ausencia de la denunciante.
En su declaración, la víctima apuntó que «no estaba retenida físicamente, sino psicológicamente» y aseguró que el investigado «ya me había agredido estando en Francia delante de los niños». Además, aseguró «tener miedo porque el investigado no podía controlar sus nervios». Entre otras cuestiones, señaló que ella deseaba volver a Francia y así lo había manifestado, aunque él le «ponía excusas».
«Lo mío, suyo»
«La tarjeta de crédito la tenía él, decía que todo lo mío era suyo», arrojó la víctima en su declaración, relatando que presentaba lesiones al haberle «pegado» el procesado.
Por su parte, el acusado, a las distintas preguntas formuladas, respondió que la víctima «podía hacer vida normal» y volver a Francia si así lo deseaba. «Nunca le he tocado ni hablado mal», incidiendo en que ella también tenía acceso a la llave de la habitación del hotel para negar que permanecía encerrada.
Con todo, el Ministerio Público mantuvo la petición de 14 años de prisión para el acusado, atribuyéndole los delitos de detención ilegal, lesiones agravadas y maltrato habitual, argumentando que la víctima «tiene una declaración persistente, sostenida en el tiempo y sin contradicciones».
La acusación particular solicitó una condena de siete años de cárcel por un delito de lesiones y otro de maltrato habitual, obviando en su caso el delito de retención ilegal. En cambio, la defensa rechazó la calificación de las otras partes del procedimiento y reclamó la libre absolución del acusado, negando, entre otras cuestiones, la retención al «entrar y salir la víctima a su libre albedrío» o señalando que «el maltrato habitual no ha sido probado en absoluto». El caso quedó visto para sentencia.