Vulnerables e impotentes. Así dicen sentirse varios comerciantes de Vila-real que han sido víctimas de los robos perpetrados por una misma persona en los últimos días, sin que, por el momento, se tengan noticias del autor.
Estos hechos han trascendido recientemente cuando uno de los establecimientos afectados hizo pública una llamada de ayuda a la ciudadanía para identificar al ladrón. No existen dudas sobre su aspecto porque, como relatan a Mediterráneo, han sido varias las tiendas en las que las cámaras de seguridad han grabado con claridad los robos del individuo. Unas pruebas que obran en manos de las autoridades, que están investigando el caso denunciado por los distintos afectados.
Lo único que saben quienes han sido víctimas de los asaltos, por el momento, es que el sujeto en cuestión no residiría en Vila-real y, según parece, no sería uno de los delincuentes habituales conocidos por la Policía Nacional, aunque en los grupos en los que se aglutinan las tiendas afirman que llevan tiempo viéndolo por la ciudad «y sufriéndolo».
Ayuda ciudadana
Los comerciantes, a parte de denunciar el caso y pedir la ayuda de la ciudadanía, quieren alertar de su presencia en el municipio y de su modo de actuar. Los robos los realiza con mucha rapidez, en horario comercial y al descuido, lo que todavía preocupa más a quienes han sido sus víctimas.
Las sustracciones no son poca cosa. Según explican en una tienda de ropa del centro, les ha llegado a quitar genero por un valor aproximado de 700 euros, «sin que hayamos podido ni reaccionar, da mucha impotencia». Lo único que les ha dejado ha sido la prueba del delito registrada por el sistema de videovigilancia.
«En nuestro caso, estuvo un buen rato en la calle, como observando, hasta que al final entró. Lo hace como si fuera un cliente más. ¿Qué podemos hacer?, ¿preguntarle si viene a comprar o a robar?», lamenta una de las víctimas que denuncia el hecho de que «nos sentimos desamparados», porque al ser un hurto, no haber intimidación ni violencia «el seguro dice que no lo cubre».
Otra tienda, también de ropa, asegura que «nos robaron dos chaquetas Barrow, de 390 euros cada una; para un pequeño comercio eso supone casi el alquiler de un mes, medio salario de un trabajador, dos meses de luz y estoy harta de que no se pueda hacer nada», expone la propietaria.
Están difundiendo las imágenes que tienen para alertar a vecinos y comerciantes. Advierten a quien pueda identificarlo: «Al final tenemos que ayudarnos entre nosotros para acabar con estas injusticias», dicen, «la ley no puede hacer nada. ¡Basta ya».