Un frutero se enfrenta a 13 años de cárcel por agredir sexualmente a un niño de 12 años que acudió a comprar limones

El acusado ha negado los hechos y asegura que fue el menor el que se abalanzó sobre él para besarle

El acusado de agredir sexualmente a un niño de 12 años (derecha) durante el juicio celebrado este jueves.

El acusado de agredir sexualmente a un niño de 12 años (derecha) durante el juicio celebrado este jueves. / A. Pérez

Abraham Pérez

València

Un hombre se enfrenta a 13 años de prisión por agredir sexualmente a un niño de 12 años que había acudido a comprar limones a la frutería en la que trabajaba en un municipio de l'Horta Nord que este diario no revela para proteger el anonimato de la víctima. Al llegar a la tienda y preguntar por la fruta, el acusado, que estaba en el almacén, le dijo que se acercara y, aprovechando que no había nadie en el local, cerró la puerta y comenzó a realizar tocamientos al menor, al que intentó penetrar.

Los hechos que han sido enjuiciados este jueves en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Valencia se produjeron la tarde del 24 de octubre de 2022. Según las declaraciones del menor realizadas en cámara Gesell, al llegar al local preguntó por la fruta. El acusado, que estaba solo en la tienda y limpiando el almacén, le dijo que se acercara al almacén asegurándole que estaban guardados en ese cuarto. Al entrar, el acusado cerró la puerta e intentó besarle en el cuello y en la boca mientras lo sujetaba con una mano por la nuca y con la otra lo colocaba contra unas cajas de cartón.

Al no conseguirlo, el procesado "con ánimo libidinoso y sin consentimiento", según el relato del Ministerio Fiscal, le bajó los pantalones al niño, que entonces tenía doce años, y acto seguido se los bajó él con la intención de mantener relaciones sexuales. Tras aplicarle un líquido viscoso sin determinar, presuntamente gel hidroalcohólico, el encausado habría llegado a penetrarle. La víctima logró escapar después de propinar una patada a su agresor, pudiendo finalmente huir a su casa.

"El niño estaba en shock"

El acusado, que ha negado los hechos que se le imputan, ha alegado que fue el niño el que le intentó besar en la mejilla mientras él estaba fregando el almacén. "Estaba yo solo, apareció una persona y me asusté. Me cogió por detrás y me empezó a besar en la mejilla y le dije que se fuera. Se enfadó, me robó tres limones y se fue", ha sostenido. Asimismo, ha añadido que conocía al menor de antes porque había acudido en ocasiones anteriores a robar fruta.

A la derecha, el acusado de agredir sexualmente a un menor en una frutería de l'Horta Nord.

A la derecha, el acusado de agredir sexualmente a un menor en una frutería de l'Horta Nord. / A. Pérez

El gerente de la frutería ha asegurado que el acusado, al que contrataba eventualmente, le negó en todo momento los hechos de los que se le acusa y ha remarcado que no había ningún tipo de gel en el local. La madre de la víctima, por su parte, se percató de que algo le pasaba a su hijo porque al llegar a casa, con el dinero que le había dado, lanzó los limones y se encerró en su habitación. Al ir a preguntarle qué le pasaba se percató que tenía la cara roja y parte del pantalón levantado. La mujer ha negado que llegara a producirse acceso carnal, aunque ha asegurado que el acusado le llegó a admitir que besó a su hijo y trató de negociar con ella y su marido porque "decía que no quería problemas".

Una de las agentes de la Policía Local ha señalado que, tras llegar al lugar de los hechos, "estaban todos muy nerviosos" mientras que el niño "estaba en shock". Igualmente, ha sostenido que el encausado llegó a admitir que solo le quería dar unos besos al niño.

Secuelas acreditadas

Durante las conclusiones, que han sido elevadas a definitivas, el Ministerio Fiscal ha mantenido la petición de cárcel para el acusado apoyándose en los informes de los peritos, que consideran "creíble" el relato del menor. No obstante, baraja plantear una rebaja de la pena al no quedar suficientemente acreditado si se llegó a producir la penetración. Así con todo, recuerda que un informe de Sanidad acredita las secuelas sufridas por la víctima, que presenta un trastorno adaptativo y síntomas ansiosos depresivos asociados a la sintomatología propia de estrés postraumático. Por estos daños solicita una indemnización de 21.250 euros.

Por su parte, el abogado de la defensa solicita la libre absolución de su cliente al no ver probados los hechos que se le imputan. En este sentido, el letrado considera que existen indicios de que el niño se está contradiciendo, exagerando los hechos y victimizándose. Además, ha añadido, en el parte médico no se detectaron ni restos de gel ni heridas por una presunta penetración.

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