Un nuevo estudio realizado a nivel mundial con la participación de casi 400 mil personas ha encontrado evidencia genética causal en torno a que la salud cardiovascular, específicamente los indicadores de presión arterial y frecuencia cardíaca, influyen en el consumo de café. La investigación fue liderada por científicos de la Universidad de Australia del Sur.

Descubrieron, por ejemplo, que las personas con presión arterial alta, angina y arritmia, son más propensas a beber menos café, café descafeinado o evitar el café por completo, de acuerdo a un comunicado. Además, esta actitud tiene una causa genética: nuestros genes regulan activamente la cantidad de café que bebemos y nos protegen de consumir demasiado.

Al parecer, las elecciones que tomamos cuando nos sentamos a tomar un café podrían formar parte de señales que nos envía nuestro cuerpo para regular el consumo de cafeína. En otras palabras, si últimamente optamos recurrentemente por un café liviano o hasta dejamos de tomar esta bebida, es posible que se haya activado un control genético que promueve hábitos saludables, evitando inconvenientes cardiovasculares.

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Un reloj genético

De acuerdo al nuevo estudio, publicado en la revista The American Journal of Clinical Nutrition, las personas que consumen grandes cantidades de cafeína contarían con una mayor tolerancia genética a esta sustancia. Por otro lado, quienes optan naturalmente por beber pococafé o eligen una variedad descafeinada serían más propensos a sufrir los efectos adversos de la cafeína, por ejemplo con relación a la presión arterial alta.

En la investigación, los especialistas utilizaron datos sobre el consumo de café de 390.435 personas ubicadas en distintas partes del mundo. La información proveniente del Biobanco del Reino Unido fue comparada con indicadores iniciales de presión arterial y frecuencia cardiaca, hallando en el cruce de datos las relaciones causales de tipo genético.

Estas relaciones fueron determinadas por la llamada aleatorización mendeliana, que utiliza variables genéticas para determinar si una asociación observada entre un factor de riesgo y un resultado es consistente con un efecto causal. En este caso, los investigadores descubrieron relaciones causales entre los hábitos de consumo de café y la irrupción de patologías cardiovasculares.

Según la profesora Elina Hyppönen, autora principal del nuevo estudio, «no hemos reconocido hasta el momento que las personas autorregulan inconscientemente los niveles seguros de cafeína en función del comportamiento de su presión arterial. Todo indica que esto es el resultado de un mecanismo genético protector. En consecuencia, debemos aprender a tomar más en cuenta las señales de nuestro cuerpo y a saber escucharlo», concluyó.

Datos que preocupan

El tema no es menor o secundario. De acuerdo a datos oficiales de la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen en todo el planeta alrededor de 1.130 millones de personas que presentan hipertensión o presión arterial alta. Además, más del 60% de estos casos se registran en países de ingresos bajos y medianos, dificultando la adopción de medidas preventivas o terapéuticas.

En España, la situación es compleja. Según la Fundación Española del Corazón, casi un 43% de la población adulta es hipertensa. Es digna de destacar la diferencia entre hombres y mujeres: la incidencia en los primeros llega al 49,9%, en tanto que en las mujeres se ubica en un 37,1%.

Debido a esta preocupante tendencia, la OMS se ha propuesto reducir la prevalencia de la presión arterial alta en un 25% para 2025, en comparación con los valores de referencia de 2010. La hipertensión puede ser la puerta de entrada a patologías graves y hasta fatales, como por ejemplo los accidentes cerebrovasculares.

Referencia

Cardiovascular symptoms affect the patterns of habitual coffee consumption. Elina Hyppönen and Ang Zhou. The American Journal of Clinical Nutrition (2021).DOI:https://doi.org/10.1093/ajcn/nqab014

Foto: Omid Armin en Unsplash.