La exposición a la luz del Sol aumenta la pasión romántica en los seres humanos, según un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Tel Aviv, en Israel. Los científicos han descubierto que la exposición a la radiación ultravioleta de la luz solar afecta la regulación del sistema endocrino, responsable de la liberación de hormonas sexuales en los seres humanos.

Los resultados se comprobaron tanto en hombres como en mujeres: según los investigadores, como nuestra piel está directamente expuesta a la luz solar dicha exposición podría tener injerencia en varios procesos fisiológicos y conductuales que recién estamos comprendiendo.

Una proteína es la clave

Se sabía anteriormente que la radiación ultravioleta de la luz solar incrementa los niveles de testosterona en los hombres, como así también que la luz del Sol cumple un papel crucial en la regulación hormonal y conductual de las prácticas sexuales. Sin embargo, hasta el momento se desconoce el mecanismo responsable de esta regulación. Es posible que el nuevo estudio, publicado en Cell Reports, pueda significar un importante avance al respecto.

La investigación sugiere que la proteína p53 genera cambios hormonales, fisiológicos y de comportamiento que desencadenan el sexo en los animales, incluyendo al ser humano. En las células cutáneas, esta proteína también está encargada de proteger al ADN de ser dañado por las emisiones nocivas de la luz del Sol. De acuerdo a una nota de prensa, el modelo desarrollado por los investigadores israelíes fue probado en dos ocasiones en roedores y también con voluntarios humanos.

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Resultados concretos en roedores y humanos

En un experimento inicial, los investigadores expusieron a un grupo de roedores a rayos UVB (radiación ultravioleta tipo B). Los resultados fueron evidentes: los niveles hormonales de las hembras se incrementaron significativamente luego de exponerse a la luz del Sol, incluso sus ovarios se agrandaron y extendieron considerablemente su período de celo. Al mismo tiempo, se incrementó la atracción entre machos y hembras y la disposición para mantener relaciones sexuales.

Con el objetivo de profundizar en su hipótesis, los investigadores repitieron el mismo experimento con los roedores pero eliminando de su piel la proteína p53. Al hacerlo, el efecto sobre el comportamiento sexual de la luz del Sol fue nulo: de esta forma, comprobaron que la mencionada proteína sería la principal responsable de «activar» los cambios sexuales provocados por la radiación ultravioleta.

Posteriormente, trabajaron con un grupo de voluntarios humanos de ambos sexos que fueron sometidos a fototerapia UVB. Tanto los hombres como las mujeres evidenciaron un incremento en el deseo sexual, mientras que en el caso específico de los hombres se registró además un aumento en los niveles de agresión. Los análisis de sangre mostraron al mismo tiempo una elevación en los niveles de las hormonas relacionadas con el comportamiento sexual.

¿Hasta dónde nos afecta el Sol?

Junto a la posibilidad de diseñar nuevas terapias para el tratamiento de patologías en las cuales un bajo deseo sexual puede ser negativo, por ejemplo en el marco de programas de reproducción asistida, el descubrimiento abre también un nuevo horizonte en cuanto al estudio de los efectos de la luz del SolSol sobre nuestra fisiología y nuestro comportamiento.

Considerando que los seres humanos no poseemos un pelaje que nos proteja de la exposición directa a la luz solar, los investigadores creen que este factor podría influir mucho más de lo pensado hasta hoy en múltiples funciones del organismo humano, controlando distintos procesos físicos y psicológicos que deberán seguir estudiándose a futuro.

Referencia

Skin exposure to UVB light induces a skin-brain-gonad axis and sexual behavior. Roma Parikh, Eschar Sorek, Shivang Parikh, Ruth Percik, Aron Weller, Carmit Levy et al. Cell Reports (2021).DOI:https://doi.org/10.1016/j.celrep.2021.109579

Foto: Ryan Holloway en Unsplash.