El sistema solar estaría rodeado por una especie de túnel magnético que mide 1.000 años luz de ancho y que se puede percibir mediante las ondas de radio que emite.

Lo ha descubierto una investigación de la Universidad de Toronto que está pendiente de publicación en la revista The Astrophysical Journal, aunque ya está disponible en el servidor de preimpresión arXiv.

La investigación está centrada en dos enormes estructuras del sistema solar descubiertas desde los años 60 del siglo pasado, con los inicios de la radioastronomía: ambas están a unos 500 años luz de nosotros, compuestas por partículas cargadas y un campo magnético.

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Regiones galácticas

Regiones galácticas Una de esas estructuras, conocida como el North Polar Spur, es una banda anómala de emisión de radio que forma parte de una burbuja interestelar creada por vientos de estrellas jóvenes y calientes y varias explosiones de supernova. Es la estructura más coherente y espectacular del cielo que puede observarse mediante ondas electromagnéticas de alta frecuencia (rayos X).

La segunda estructura está en el lado opuesto y es conocida como The Fan Region. Se trata de una de las características dominantes en el cielo observable también mediante ondas de radio. Esta región está algo desplazada con respecto al plano galáctico, supuestamente por una deformación ocurrida en la parte exterior de la galaxia, según una investigación de 2017.

Conexión magnética

Conexión magnética La nueva investigación sugiere que, a pesar de la enorme distancia que separa a ambas regiones, las dos están conectadas entre sí por un amplio sistema de filamentos magnéticos paralelos que rodean el Brazo Local o Brazo de Orión de nuestra galaxia, en el que está incrustado nuestro Sol.

Ese amplio sistema de filamentos forma como una especie de túnel magnético que une las dos regiones del sistema solar y abarca también a otras estrellas cercanas.

Eso significa que el North Polar Spur y The Fan Region están en todas partes cada vez que miramos hacia el cielo nocturno, señalan los investigadores.

El descubrimiento es la conclusión de simulaciones que se corresponden con una amplia gama de observaciones contrastadas sobre ambas regiones, especialmente sobre su forma, polarización de la radiación electromagnética y el brillo que se desprende de ellas.

Eso no quiere decir que pueda concluirse todavía la existencia de ese túnel magnético que rodea al sistema solar. En realidad, se necesitan nuevas investigaciones para confirmar lo que revelan estos modelos, así como para modelar la estructura del supuesto túnel con mayor precisión.

Misterios por resolver

Misterios por resolver Los autores de esta investigación destacan no obstante la importancia de su descubrimiento, ya que contribuye a resolver un misterio todavía mayor de la cosmología moderna: cómo se forman y evolucionan los campos magnéticos en las galaxias y cómo se mantienen activos.

El magnetismo cósmico es un fenómeno observado en una amplia gama de escalas espaciales, que todavía no se conoce muy bien.

Existen campos magnéticos en planetas, estrellas y nebulosas, así como en galaxias y cúmulos de galaxias: juegan un papel relevante en todos estos entornos, contribuyendo a un amplio espectro de fenómenos que necesitamos conocer mejor.

La radioastronomía es la rama de la astronomía que se encarga de estos desafíos: estudia los objetos celestes y los fenómenos astrofísicos midiendo su emisión de radiación electromagnética en la región de radio del espectro celeste.

Nueva perspectiva

Nueva perspectiva La nueva investigación ofrece una perspectiva diferente para profundizar en este conocimiento, así como para comprender otras estructuras filamentosas magnéticas que se encuentran alrededor de nuestra galaxia.

El equipo de la Universidad de Toronto, liderado por Jennifer West, investigadora asociada del Instituto Dunlap de Astronomía y Astrofísica, trabaja ahora en un modelado más complejo para afinar aún más sus resultados.

Considera que observaciones más sensibles y de mayor resolución ayudarán a revelar detalles ocultos que muestren cómo el supuesto túnel magnético encaja en un contexto galáctico todavía más amplio.

“Los campos magnéticos no existen de forma aislada”, explica West en un comunicado.

“Todos deben conectarse entre sí. Entonces, el siguiente paso es comprender mejor cómo este campo magnético local se conecta, tanto al campo magnético galáctico de mayor escala, como a los campos magnéticos de menor escala de nuestro sol y la Tierra”, concluye.

Referencia

A Unified Model for the Fan Region and the North Polar Spur: A bundle of filaments in the Local Galaxy. J. L. West et al. arXiv:2109.14720v1 [astro-ph.GA].

Imagen superior: Mapa  de la Vía Láctea en el que se muestra la posición y el tamaño de los filamentos magnéticos. El recuadro muestra una vista más detallada de los entornos locales y la posición de la burbuja local y varias nubes de polvo cercanas (imagen de NASA / JPL-Caltech / R. Hurt / SSC / Caltech con anotaciones de Jennifer West)