La consciencia sería solo un estado mental transitorio que el cerebro utiliza para producir un resultado innovador y creativo, según una nueva teoría que podría descifrar su base neurobiológica y explicar tanto la consciencia humana, como la animal y la artificial.

La consciencia sería un estado mental transitorio, según una nueva teoría elaborada en la Universidad Ruhr de Bochum en Alemania, que podría servir como guía para descifrar su base neurobiológica y explicar tanto la consciencia humana, como la animal y la artificial.

La nueva teoría sostiene que la conciencia es un estado mental vinculado a operaciones cognitivas complejas, y no un estado básico pasivo que prevalece automáticamente cuando un organismo está despierto.

La consciencia, según esta teoría, sería un proceso que surge cuando las representaciones mentales de los estímulos internos y externos se integran en una especie de plataforma central ejecutiva situada en el cerebro.

Desde esa plataforma cerebral se ejecutarían las operaciones cognitivas conscientes correspondientes a esas representaciones mentales, y se obtendría así un resultado innovador y creativo, según esta teoría.

Estado transitorio

Estas operaciones cognitivas conscientes se pueden realizar para resolver un problema, desarrollar una estrategia, planificar el futuro o generar una solución o resultado novedoso, según los investigadores.

Por este motivo, la consciencia sería solo algo transitorio y no permanente, insisten los autores de esta investigación en un artículo publicado en la revista Behavioral Brain Research .

Añaden que las operaciones cognitivas complejas que se asocian con la consciencia, según esta teoría, se aplican a las representaciones mentales de la realidad: pueden ser percepciones, emociones, sensaciones, recuerdos, imaginaciones y asociaciones, explican en un comunicado .

Las operaciones cognitivas conscientes son necesarias, por ejemplo, en situaciones en las que lo aprendido o familiar ya no es suficiente para afrontarlas.

Acción cognitiva

Las personas pueden conducir un automóvil o tomar una ducha sin necesidad de ser consciente de ello, explican. Pero cuando sucede algo inesperado, se necesita una acción cognitiva consciente para resolver la situación.

Estas acciones cognitivas conscientes se ven facilitadas por la interacción de diferentes redes neuronales, según esta teoría.

Armin Zlomuzica y Ekrem Dere, los autores de esta propuesta, consideran que las sinapsis eléctricas, también conocidas como uniones gap , son cruciales para las reacciones conscientes: permiten una transmisión de señales extremadamente rápida entre las células nerviosas.

Además, trabajan mucho más rápido que las sinapsis químicas, en las que la comunicación entre las células tiene lugar a través del intercambio de neurotransmisores y moduladores.

Pruebas experimentales

Los autores de esta investigación no se quedan en la mera formulación de la teoría, sino que plantean que se puede verificar en estudios experimentales a desarrollar, tanto en humanos, como en animales y en programas de inteligencia artificial .

Los autores sugieren, por ejemplo, enfrentar a un ser humano, un animal o una inteligencia artificial, un problema novedoso que solo puede resolver combinando dos o más reglas aprendidas en un contexto diferente.

Esta combinación creativa de información almacenada y aplicación un nuevo problema, solo puede realizar operaciones cognitivas conscientes, según los investigadores.

Proponen que durante la prueba se administren a humanos o animales sustancias farmacológicas que bloquean las uniones gap, para determinar si realmente intervienen en los procesos conscientes.

¿También la IA?

Y para averiguar hasta qué punto una inteligencia artificial, que no tiene uniones gap, puede ser considerado consciente, se tendrían que cumplir varias condiciones.

La primera se cumpliría, por ejemplo, si propone con éxito una estrategia para combatir una pandemia mediante la detección, evaluación, selección y combinación creativa de información de Internet de forma autónoma. Si lo propone, se demostraría que la IA también es consciente, en el sentido que propone esta teoría.

La nueva teoría viene a confirmar lo que es un amplio consenso: que no hay unanimidad para definir lo que es la consciencia , aunque se acepta normalmente, cualquiera que sea su naturaleza o contenido, que la consciencia debe ser el producto de la actividad dentro de una neuronal roja.

Los autores destacan al respecto que su teoría propone un marco teórico, psicológico y neurofisiológico hipotético , que puede ayudar a resolver estos problemas conceptuales y proporcionar una definición operativa de la consciencia que se puede utilizar para estudios empíricos, tanto con humanos como con animales.

Incertidumbres

La nueva teoría, sin embargo, no termina con la incertidumbre sobre la definición de lo que podemos denominar consciencia, aunque excluye la posibilidad de que pueda ser algo independiente del cerebro , como también se ha especulado.

Los investigadores consideran que es probable que la consciencia se haya desarrollado lenta y gradualmente en el curso de la evolución humana, animal y posiblemente vegetal, así como que esta evolución aún esté en curso.

La consciencia, al menos en sus formas rudimentarias, surgió con el desarrollo de un sistema nervioso central que llegará al organismo percibir, codificar y mantener estímulos, con el fin de superar una simple conducta reflexiva generada en respuesta a un estímulo percibido.

Sin embargo, la base neurofisiológica de la consciencia todavía está bajo investigación y es claramente la cuestión más desafiante en el campo de la neurociencia y disciplinas relacionadas, resaltan los investigadores.

La nueva teoría propone no solo una nueva aproximación a la complejidad de la consciencia, sino también una batería de experimentos que pueden dar validez a su concepción y tal vez comprobar que la consciencia no es solo humana y animal, sino que incluso puede generarse mediante redes neuronales artificiales.

Referencia

Hacia un modelo animal de conciencia basada en la teoría de la plataforma . Armin Zlomuzica, EkremDere. Behavioral Brain Research, Volumen 419, 15 de febrero de 2022, 113695.DOI: https: //doi.org/10.1016/j.bbr.2021.113695