Una nueva investigación sugiere que tener sexo con el Homo sapiens habría terminado con los neandertales, y no grandes guerras o enfrentamientos con animales feroces. Al parecer, el mestizaje con nuestros ancestros podría haber dado como resultado que muy pocos neandertales se cruzaran entre sí, lo que los llevó a la extinción.

Los investigadores Chris Stringer y Lucile Crété, del Museo de Historia Natural de Londres, en Reino Unido, han desarrollado un nuevo estudio que explora una posible explicación para la extinción de los neandertales, cuya causa sigue siendo un misterio. Los científicos creen que al cruzarse con el Homo sapiens, el sexo entre ambas especies habría reducido los encuentros entre los propios neandertales, llevándolos a una progresiva disminución de su población y, finalmente, a su desaparición.

Según una nota de prensa, los neandertales y el Homo sapiens se separaron hace unos 600.000 años y evolucionaron en zonas muy diferentes del planeta. Se han encontrado fósiles de neandertales en Europa y Asia, llegando hasta el sur de Siberia. Se cree que pasaron al menos 400.000 años evolucionando en este entorno, adaptándose a un clima predominantemente más frío que el actual. 

En tanto, los ancestros de nuestra propia especie evolucionaron en África, aunque no está claro si los Homo sapiens son descendientes directos de un grupo de antiguos homínidos africanos o, por el contrario, son el resultado de la mezcla entre diferentes grupos repartidos por todo el continente. ¿Cuándo se produjo la interacción entre los neandertales y el Homo sapiens?

Diferencias que atraen

Al parecer, los datos genéticos muestran que las dos especies se encontraron por primera vez cuando el Homo sapiens comenzó a hacer incursiones eventuales fuera de África, hace unos 250.000 años. El encuentro no debe haber sido sencillo, porque las diferencias eran importantes. Pero se sabe, al mismo tiempo, que las diferencias también pueden atraer…

De acuerdo a la investigación, publicada recientemente en la revista PaleoAnthropology, las diferencias de idioma probablemente habrían sido mayores de lo que podíamos imaginar, por ejemplo al compararla con las actuales diferencias idiomáticas, dada la profundidad temporal de la separación. Estas diferencias pueden haber sido reforzadas e incrementadas por los atributos individuales de ambas especies. 

Por ejemplo, los cerebros y el aparato vocal de las especies eran diferentes. Los genomas de los neandertales también muestran que casi 600 genes se expresaron de manera diferente entre nuestra especie y los neandertales, en particular los asociados con la cara y la voz. Además, los neandertales poseían un arco superciliar prominente en sus frentes, que podría haber sido utilizado para la comunicación social. Es muy probable que el Homo sapiens no entendiera en lo más mínimo esas señales. 

Un mestizaje poco exitoso

En cualquier caso, estos encuentros eventualmente llevaron a la reproducción entre ambas especies, pero al mismo tiempo habrían derivado en una progresiva disminución de la población de neandertales, porque aparentemente habría resultado mucho más atractivo el sexo entre las dos especies que entre los mismos neandertales. No está claro, sin embargo, si todos estos encuentros fueron por propia voluntad o también hubo algún tipo de violencia o dominación involucrada. 

Sin embargo, los genes neandertales presentes actualmente en la información genética de los seres humanos modernos no son el resultado de estas primeras interacciones esporádicas, que tuvo el Homo sapiens cuando abandonó África por primera vez. Por otro lado, provienen de las migraciones más grandes, permanentes y planificadas que los humanos modernos emprendieron hace unos 60.000 años.  

De esta manera, la investigación abre una nueva incógnita: ¿fue exitoso ese primer mestizaje, o solo determinó el fin de los neandertales? Hasta el momento no hay evidencia de la genética del Homo sapiens en los genomas del neandertal tardío, que datan de hace entre 40.000 y 60.000 años, por lo que no habrían quedado huellas de esos primeros contactos

Según los científicos, es posible que esto se deba al proceso de hibridación en sí mismo: algunas especies solo son capaces de producir descendencia en una única dirección, no en ambas. Por ejemplo, el polen de la planta Capsella rubella puede fertilizar con éxito las semillas de la especie Capsella grandiflora, pero el mismo proceso no se concreta en sentido contrario.

Referencia

Mapping Interactions of H. neanderthalensis and Homo sapiens from the Fossil and Genetic Records. Chris Stringer and Lucile Crété. PaleoAnthropology (2022). DOI:https://doi.org/10.48738/2022.iss2.130