La primera inversión conocida de los polos magnéticos de la Tierra habría tenido lugar hace 3.250 millones de años, mucho antes de lo que creía hasta ahora: la corteza terrestre se desplazaba entonces cuatro veces más deprisa que en la actualidad y el campo magnético ya era estable y fuerte.

Un grupo de geólogos dirigidos por la Universidad de Harvard, que investigan la Tierra primitiva, ha descubierto la evidencia más temprana de una corteza terrestre que se mueve rápidamente, claro indicio de tectónica de placas.

También obtuvo evidencia de que el campo magnético ya estaba presente en los primeros tiempos de nuestro planeta y que sus polos magnéticos se invirtieron completamente hace al menos 3.250 millones de años.

Según la teoría actual, el campo magnético terrestre estable solo se desarrolló cuando el núcleo interno de la tierra se solidificó y, por lo tanto, creó los requisitos previos para su formación.

Sin embargo, hasta ahora no se sabe con certeza cuándo se solidificó el núcleo terrestre: algunos estudios hablan de una solidificación en los primeros días de la Tierra; otros que ocurrió hace 1.300 millones de años o incluso hace 550 millones de años. La nueva investigación aporta nuevos elementos para esta evaluación: habría sido mucho antes.

Eón Arcaico

Analizando las rocas del cratón de Pilbara, en Australia Occidental, una de las masas continentales que permanecen del eón Arcaico sobre la Tierra, los investigadores descubrieron que la corteza terrestre se movía entonces a razón de 6,1 centímetros por año, y a razón de 0,55 grados cada millón de años, lo que representa el doble de lo que había estimado el mismo equipo en una investigación anterior, y aproximadamente cuatro veces más que la tasa actual de desplazamiento tectónico.

Los hallazgos de este equipo revelan también que en aquel tiempo el campo magnético de la Tierra se invirtió: el norte se convirtió en sur y viceversa.

Las inversiones de los polos magnéticos son relativamente frecuentes, ya que han ocurrido 183 veces en los últimos 83 millones de años, y quizás varios cientos de veces en los últimos 160 millones de años, según la NASA.

Sin embargo, la evidencia de que esto estaba sucediendo tan temprano en la historia de la Tierra sugiere que el campo magnético ya era lo suficientemente estable y fuerte.

Primeras formas de vida

Esta idea, combinada con los resultados de la tectónica de placas, ofrece pistas sobre las condiciones en las que se desarrollaron las primeras formas de vida, destacan los investigadores en un comunicado.

En la actualidad, la capa exterior de la Tierra consta de unos 15 bloques móviles de corteza, o placas, que sostienen los continentes y océanos del planeta, explican los investigadores.

Durante eones, las placas se juntaron y separaron, formando nuevos continentes y montañas y exponiendo nuevas rocas a la atmósfera, lo que condujo a reacciones químicas que estabilizaron la temperatura de la superficie de la Tierra durante miles de millones de años y permitió la aparición de la vida.

Sin embargo, resulta difícil saber cuándo comenzó la tectónica de placas porque las piezas más antiguas de la corteza se empujan hacia el manto interior, para nunca volver a salir a la superficie. Solo el 5 por ciento de todas las rocas de la Tierra tienen más de 2.500 millones de años, y ninguna roca tiene más de 4.000 millones de años.

Muy pronto

En general, el nuevo estudio se suma a la creciente investigación que muestra que el movimiento tectónico ocurrió relativamente temprano en los 4.500 millones de años de historia de la Tierra y que las primeras formas de vida surgieron en un ambiente más moderado.

"Hay mucho trabajo que parece sugerir que, al principio de la historia de la Tierra, la tectónica de placas no era en realidad la forma dominante en la que se liberaba el calor interno del planeta, como lo es hoy, a través del desplazamiento de las placas", explica uno de los directores de esta investigación, Alec Brenner. "Esta evidencia nos permite descartar con mucha más confianza explicaciones que no involucran la tectónica de placas", añade.

Descarta, más concretamente, los fenómenos llamados "desplazamiento polar real" y "tectónica de tapa estancada" (Stagnant Lid Convection), según los resultados de esta investigación.

En el primer caso, la hipótesis del deslizamiento polar sugiere que en ese remoto pasado ocurrieron cambios geológicos muy rápidos en lo que refiere a las ubicaciones geográficas de los polos y el eje de rotación de la Tierra, provocando inundaciones y eventos tectónicos.

Tectónica tempranera

En el segundo caso, se trata de una tectónica que se cree que existe en varios planetas y lunas del Sistema Solar y que existió también, posiblemente, en la Tierra primitiva. Se ha sugerido al respecto que esta tectónica habría sido un posible factor de estabilización para la convección en la Tierra, en contraste con la tectónica de placas móviles bien atestiguada del eón actual.

Los resultados del nuevo estudio se inclinan más bien hacia el movimiento de las placas tectónicas porque la tasa de velocidad más alta en su desplazamiento descubierta ahora es inconsistente con aspectos de los otros dos procesos sugeridos para la Tierra primitiva, concluyen los investigadores.

Referencia

Plate motion and a dipolar geomagnetic field at 3.25 Ga. Alec R. Brenner et al. PNAS, October 24, 2022. 119 (44) e2210258119. DOI:https://doi.org/10.1073/pnas.2210258119