Antropología evolutiva

Las herramientas de piedra de los primeros humanos y simios son casi idénticas

La primera tecnología podría haber surgido accidentalmente antes de que fuera utilizada por los homínidos

Astillas de piedra de bordes afilados creadas involuntariamente por monos.

Astillas de piedra de bordes afilados creadas involuntariamente por monos. / Proffitt et al, 2023.

Eduardo Martínez de la Fe

Eduardo Martínez de la Fe

Una nueva investigación sugiere que las habilidades cognitivas y de manipulación humana no son necesarias para producir herramientas de piedra: pudieron generarse accidentalmente y luego utilizarse para cortar la piel y carne de las presas.

Una especie de primate llamada Macaca fascicularis, una de las pocas especies de monos que fueron enviadas al espacio antes que los humanos, ha sorprendido ahora a los científicos del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva.

Descubrieron que estos monos, que usan piedras para romper nueces, crean involuntariamente astillas y fragmentos que tienen un parecido sorprendente con las herramientas de piedra fabricadas por los primeros homínidos hace más de tres millones de años.

Herramientas de piedra

La investigación se basa en nuevos análisis de herramientas de piedra utilizadas por macacos de cola larga en el Parque Nacional Phang Nga en Tailandia. Estos monos, también conocidos como macacos cangrejeros, usan herramientas de piedra para abrir nueces de cáscara dura.

En ese proceso, las piedras que usan como martillos y yunques para abrir las nueces suelen romperse: arrojan fragmentos planos, puntiagudos y aserrados, que nada tienen que envidiar a las auténticas herramientas de los homínidos, como los "cuchillos" de pedernal, utilizados desde finales del Terciario.

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Los monos javaneses usan herramientas de piedra para acceder a la comida. / © Lydia V. Luncz.

Revelaciones sorprendentes

Este estudio, publicado en Science Advances, revela otra cosa sorprendente: los macacos, después de comer, dejan una gran cantidad de estos fragmentos de piedra tirados por el suelo.

Los autores sugieren que los fragmentos encontradas en sitios arqueológicos atribuidos a los primeros homínidos podrían ser el resultado de una operación similar, realizada tanto por nuestros ancestros directos como por otros primates.

Eso significaría que los primeros homínidos no crearon estas herramientas intencionadamente, como se ha pensado hasta ahora, sino que ocurrió de forma aleatoria. Solo más tarde se habrían dado cuenta de que esos fragmentos de piedra eran excelentes para cortar la piel y la carne de los animales cazados.

Con matices

No obstante, esta conclusión tiene sus matices, destaca la revista Science: existe una diferencia importante entre los fragmentos de piedra dejados por los macacos y las que dejaron los humanos primitivos. No son idénticos, solo parecidos.

Otro detalle no menos significativo: los monos desprecian los fragmentos de piedra que se desprenden cuando parten las nueces y no los usan como herramientas. No las necesitan para cortar porque tienen caninos afilados.

Además, por lo que sabemos, los primeros homínidos de hace 2,5 millones de años en Tanzania caminaron kilómetros para recolectar piedras buenas para tallar y convertirlas en herramientas útiles. Nada que ver con lo que hacen los macacos.

Nuevos conocimientos

No obstante, los autores de la nueva investigación consideran que su trabajo ofrece nuevos conocimientos sobre cómo la primera tecnología podría haber comenzado a gestarse en nuestros primeros ancestros.

Consideran que el origen más remoto de esta tecnología puede estar relacionado con un comportamiento similar más antiguo que el registro arqueológico primitivo conocido.

Si un arqueólogo encontrara las lascas de piedra analizadas en el estudio actual en sedimentos africanos de 3 millones de años, "diría que definitivamente fueron hechas por humanos", señala Tomos Proffitt, autor principal del estudio, en un comunicado.

No solo los humanos

“La capacidad de hacer intencionalmente lascas de piedra afiladas se considera un punto crucial en la evolución de los homínidos, y comprender cómo y cuándo ocurrió esto es una gran pregunta que generalmente se investiga a través del estudio de artefactos y fósiles del pasado. Nuestro estudio muestra que la producción de herramientas de piedra no es exclusiva de los humanos y de nuestros antepasados”, añade Proffitt.

Y concluye: “el hecho de que estos macacos usen herramientas de piedra para procesar nueces no es sorprendente, ya que también usan herramientas para acceder a varios mariscos. Lo interesante es que, al hacerlo, accidentalmente producen un registro arqueológico sustancial propio que es en parte indistinguible de algunos artefactos de homínidos”.

Cognición innecesaria

El descubrimiento de esta investigación se suma a otro hallazgo reciente de que los monos capuchinos de cara blanca brasileños también producen lascas de piedra.

Juntos, "muestran que las habilidades cognitivas y de manipulación humana no son necesarias para producir herramientas de piedra", dice Ignacio de la Torre, arqueólogo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España, que no participó en el trabajo, citado por Science.

“Partir nueces usando martillos y yunques de piedra, de manera similar a como lo hacen algunos primates hoy en día, ha sido sugerido por algunos como un posible precursor de la producción intencional de herramientas de piedra. Este estudio, junto con los anteriores publicados por nuestro grupo, abre la puerta para poder identificar en el futuro una firma arqueológica de este tipo”, concluye Lydia Luncz, autora principal del estudio.

Si todo esto se confirma, podríamos decir que los macacos cangrejeros no solo nos ayudaron a viajar el espacio, sino que también nos abrieron los ojos a las herramientas con las que iniciamos nuestra aventura tecnológica. Para nosotros serían como una especie que es a la vez Alfa y Omega, principio y fin de una etapa de nuestra evolución.

Referencia

Wild macaques challenge the origin of intentional tool production. Tomos Proffitt et al. Science Advances, 10 Mar 2023, Vol 9, Issue 10. DOI:10.1126/sciadv.ade8159