Ciencias de la Tierra / Microbiología

Los glaciares esconden toneladas de microbios dentro del hielo

Organismos microscópicos desconocidos hasta hoy colorean el hielo e incluso hacen que se derrita más rápido

Hielo decolorado en Groenlandia, impulsado por comunidades biológicas.

Hielo decolorado en Groenlandia, impulsado por comunidades biológicas. / Crédito: Jenine McCutcheon.

Pablo Javier Piacente

Los glaciares del Ártico no están tan desprovistos de vida como podría parecer a primera vista: en realidad, están prácticamente repletos de formas de vida microscópicas. Muchos de estos organismos permanecen inactivos en invierno y se despiertan de su sueño helado solo con el deshielo del verano: según un nuevo estudio, un pequeño charco de agua de deshielo en un glaciar puede contener fácilmente 4.000 especies microbianas diferentes.

Un grupo de investigadores encabezados por el profesor Alexandre Anesio, de la Universidad de Aarhus, en Dinamarca, ha descubierto que los glaciares del Ártico están repletos de vida: microbios que se han adaptado a la vida en esas condiciones proliferan tanto por debajo de las capas heladas como en la superficie del hielo. Y no se trata de un par de variedades, sino de varios miles de especies microbianas que dominan las regiones heladas de Groenlandia e Islandia.

Ecosistemas casi desconocidos

“Un diminuto charco de agua derretida en un glaciar puede tener fácilmente 4.000 especies diferentes de microbios viviendo en él. Subsisten a partir de bacterias, algas, virus y hongos microscópicos: es todo un ecosistema que había pasado inadvertido para la ciencia hasta hace muy poco tiempo", indicó Anesio en una nota de prensa.

El impacto de las comunidades microbianas superficiales y subterráneas no es menor, ya que fuertes indicios marcan que pueden colorear las masas de hielo y hasta acelerar el derretimiento de los glaciares, a partir del calor producido por la actividad biológica. Los científicos daneses publicaron recientemente sus conclusiones en un nuevo estudio, que apareció en la revista Geobiology.

Los hallazgos sugieren además que las comunidades microbianas del Ártico pueden responder rápidamente a los cambios en el derretimiento del hielo, modificando su actividad en función de las estaciones. De esta manera, permanecen inactivas o en letargo durante la mitad más fría del año, pero recuperan casi instantáneamente su actividad habitual cuando comienzan los seis meses del año más cálidos y confortables para la vida. 

Un equilibrio propio y potencialmente amenazado

Los investigadores descubrieron que existe un equilibrio específico en los ecosistemas conformados por los microorganismos hallados en los glaciares. “Los diversos microorganismos en el hielo se afectan entre sí: algunos son la comida de otros. Por ejemplo, pequeñas partículas virales atacan y consumen bacterias. Creemos que algunas de las esporas de hongos podrían comerse a las algas negras”, aclaró Anesio en el mismo comunicado citado previamente.

Un punto clave que seguirán analizando los científicos es cómo podrían reaccionar estas comunidades de microorganismos frente a los cambios ambientales y climáticos. Por ejemplo, experimentos realizados indican que solo tres días fuera del hielo en condiciones de laboratorio bastaron para que algunas muestras del estudio actual incrementaran en un 35 % la cantidad de microbios activos.

Los resultados sugieren que los microorganismos glaciares son capaces de responder a breves eventos de derretimiento que ocurren en una escala de tiempo de horas a días, un lapso temporal suficiente para que el derretimiento periódico en las superficies de los glaciares afecte potencialmente el funcionamiento de los ecosistemas y los ciclos biogeoquímicos. En consecuencia, es fácil predecir que el aumento del calentamiento global podría provocar, en un futuro relativamente cercano, cambios ecológicos en los glaciares y multiplicar la actividad de los microorganismos.

Referencia

Active and dormant microorganisms on glacier surfaces. Alexandre Anesio, James A. Bradley et al. Geobiology (2023). DOI:https://doi.org/10.1111/gbi.12535