Astronomía

Febrero se despide ofreciéndonos la alineación planetaria del siglo: un encuentro cósmico sin precedentes

Descubre cómo siete planetas convergen en un espectáculo astronómico que no se repetirá hasta dentro de 467años

Recreación artística de la alineacion planetaria del 28 de febrero de 2025.

Recreación artística de la alineacion planetaria del 28 de febrero de 2025. / DALL·E 2025/T21

Redacción T21

Madrid

El 28 de febrero de 2025, el cielo nocturno será testigo de un fenómeno astronómico excepcional: la alineación de Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno en un arco de 26 grados. Este evento, que no volverá a ocurrir con esta precisión hasta el año 2492, ofrece una oportunidad única para contemplar a los planetas en un solo vistazo.

En la noche del 28 de febrero de 2025, el sistema solar ofrecerá un espectáculo celeste excepcional: los siete planetas restantes —Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno— se alinearán en un arco de 26 grados en el cielo nocturno.

Este fenómeno, conocido como "alineación planetaria múltiple", no se repetirá con esta configuración precisa hasta dentro de varios siglos, según cálculos basados en modelos orbitales.

Aunque los planetas no formarán una línea recta perfecta (algo prácticamente imposible debido a la inclinación de sus órbitas), su agrupación visual será lo suficientemente compacta como para admirarlos en uno solo vistazo.

Esta alineación es el resultado de la sincronización temporal de los ciclos orbitales de los planetas, que varían desde los 88 días de Mercurio hasta los 165 años de Neptuno. Desde la perspectiva terrestre, los mundos parecerán converger cerca de la eclíptica, el camino aparente del Sol en el cielo, heredado del disco de gas y polvo que formó el sistema solar hace 4.600 millones de años. Mercurio, normalmente oculto por el resplandor solar, tendrá una posición privilegiada: aparecerá 7 grados sobre el horizonte oeste al atardecer, brillando con una magnitud de -1,3, su mejor visibilidad en 2025.

Guía Práctica para Observadores

El evento será visible en casi todo el mundo, aunque las condiciones óptimas dependerán de la ubicación:

  • Hemisferio norte : En latitudes medias (como Europa o América del Norte), el triángulo formado por Venus, Júpiter y Marte dominará el cielo occidental tras la puesta del sol.
  • Hemisferio sur : Desde regiones como Sudáfrica o Australia, Saturno y Neptuno serán más altos en el cielo, facilitando su observación.

Para una experiencia completa:

1. Equipo básico : Binoculares (7x50 o superiores) revelarán los anillos de Saturno y las lunas de Júpiter. Telescopios de 6 pulgadas o más permitirán distinguir el azul pálido de Urano y el disco verdoso de Neptuno.

2. Localización : Áreas rurales o reservas de cielos oscuros, donde la contaminación lumínica no opaca a los gigantes gaseosos.

3. Tiempo : La ventana crítica ocurrirá entre 30 y 90 minutos después del atardecer, cuando el cielo esté lo suficientemente oscuro pero Mercurio aún no se haya ocultado.

Implicaciones científicas

Este evento no es solo un regalo visual. La alineación ofrece oportunidades únicas para la investigación:

  • Estudios gravitacionales : La posición relativa de los planetas permite medir perturbaciones mínimas en sus órbitas, datos cruciales para ajustar modelos del sistema solar a largo plazo.
  • Análisis atmosférico comparativo : Observatorios espaciales podrán estudiar simultáneamente las atmósferas de Venus (dominada por CO₂), Júpiter (hidrógeno y helio) y Marte (trazas de metano), buscando patrones climáticos universales.
  • Calibración de misiones espaciales : Las señales de radio de múltiples planetas ayudan a ajustar la navegación de sondas interplanetarias, mejorando su precisión en un 30-40%, según estimaciones recientes.

Un Legado Histórico y Cultural

Las alineaciones planetarias han fascinado a la humanidad desde la antigüedad. En 1226, una configuración similar pudo inspirar petroglifos en las culturas ancestrales de América del Norte.

En 2025, el fenómeno coincide con avances tecnológicos que democratizan su observación: aplicaciones como Stellarium mostrarán la posición de los planetas en tiempo real mediante realidad aumentada, mientras proyectos de ciencia ciudadana invitan a registrar cambios atmosféricos mediante telescopios remotos.

Aunque otra alineación de siete planetas ocurrirá en 2492, los cálculos sugieren que no igualará la proximidad visual de 2025. Para quienes pierdan el evento, habrá una segunda oportunidad menor en junio de 2040, aunque sin la participación de Urano y Neptuno.

Esta alineación es más que un fenómeno astronómico: es un recordatorio de que vivimos en un sistema solar dinámico, donde los planetas bailan al ritmo de leyes físicas inmutables.

El 28 de febrero de 2025, millones de personas compartirán una experiencia que trasciende fronteras: mirar hacia arriba y maravillarse ante la geometría perfecta de nuestro hogar cósmico.

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