Psicología / Metafísica
Los colores son siempre los mismos, más allá de las subjetividades
Una mirada filosófica a la objetividad de los colores concluye que las diferencias entre las tonalidades existen más allá de nuestra percepción individual

Los cuadrados más pequeños pueden parecer del mismo color, pero si los comparamos con la tira de cuadrados en la parte inferior, observamos que en realidad son tonos diferentes.. / Créditos: Shobdohin/Wikimedia Commons, BY-SA CC.
Pablo Javier Piacente / T21
El color de un objeto aparece de manera diferente bajo una iluminación distinta, y contra fondos que varían para múltiples espectadores. Sin embargo, eso no significa que los colores sean subjetivos: dos filósofos creen que las tonalidades que vemos tienen una apariencia objetiva y concreta, más allá de los matices personales.
¿Es el color una propiedad objetiva del mundo o una construcción de nuestro cerebro? Esta pregunta, que ha intrigado a pensadores y científicos por siglos, es el eje central del libro "The Metaphysics of Color", obra de Michael Watkins y Elay Shech, profesores de filosofía en la Universidad de Auburn, en Estados Unidos.
En el libro, los autores defienden que los colores son propiedades reales e independientes de nuestras percepciones. Sin embargo, el color ha sido históricamente objeto de diversas interpretaciones filosóficas. El eliminativismo, por ejemplo, sostiene que los colores no existen objetivamente, sino que son ilusiones generadas por nuestras percepciones.
Distintas visiones
Por otro lado, el relacionalismo argumenta que el color es una propiedad relacional, dependiendo de la interacción entre el objeto, el observador y las condiciones de visión. Una tercera postura, el objetivismo, defiende que los colores son propiedades físicas reales, como la reflectancia de la luz en las superficies.
Según explican en un artículo publicado en The Conversation, Watkins y Shech proponen una visión objetivista y pluralista del color. Reconocen la variabilidad en la percepción del color entre diferentes observadores y especies, pero argumentan que esto no implica que los colores sean subjetivos.
En cambio, sugieren que existen múltiples sistemas de percepción del color, todos igualmente válidos, y que los colores son propiedades reales que se manifiestan de diferentes maneras según el sistema perceptual. La visión objetivista del color tiene importantes implicaciones para la ciencia: en la biología evolutiva, la coloración de los animales es un factor clave en la selección sexual y la supervivencia.
Colores determinantes y determinables
En ese sentido, si los colores fueran meras construcciones subjetivas, sería difícil explicar su papel en estos procesos. Al considerar los colores como propiedades objetivas, se facilita la comprensión de su función en la naturaleza. ¿Cómo sustentan Watkins y Shech su teoría?
Una distinción clave en su argumento es entre colores "determinables" y "determinantes". Los colores determinables son categorías generales como "rojo" o "azul", mientras que los determinantes son tonalidades específicas dentro de esas categorías.
Los filósofos estadounidenses argumentan que, aunque nuestras percepciones pueden variar en cuanto a los determinantes, los colores determinables son propiedades objetivas que existen independientemente de nuestra percepción. El debate sigue abierto, aunque la postura de Watkins y Shech aporta bases sólidas para considerar con fuerza la existencia de cierta objetividad en los colores.
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