Castellón es una de esas provincias de popularidad discreta, pero con un potencial insospechado para el turismo. Si te adentras en ella, descubrirás una simbiosis perfecta entre mar y montaña, ya que es, ni más ni menos, la segunda provincia más montañosa de la península, pero acompañada a su vez de 120 kilómetros de costa. Por eso, no es de extrañar que esconda auténticos contrastes y maravillas paisajísticas. A este conjunto también hay que añadirle el suave clima del Mediterráneo y una menor afluencia de turistas, algo que actualmente también implica mayor seguridad.

Por todas estas razones, Castellón se posiciona como la opción ideal para que amenices tu mes de octubre con una pequeña escapada o excursión. Si además eres de la provincia y necesitas desconectar en las cercanías, es un destino aún más conveniente.

Te damos algunas ideas para visitar en nuestra provincia:

Para quienes prefieren el interior

Penyagolosa es, sin duda, todo un emblema de la provincia, al tratarse de su montaña más alta con unos 1813 metros de altitud. Se sitúa en el municipio de Vistabella del Maestrat, y si ya desde lejos impone, coronando su pico en un día despejado podrías llegar a ver los Pirineos o el Parque Natural del Montgó, en Alicante.

Morella, por su parte, está catalogado como uno de los pueblos más bonitos de España. Situado en la montañosa comarca de Els Ports, podría definirse como el pueblo medieval ideal, con murallas de casi 2 kilómetros de extensión, 16 torres y un castillo que lo corona a lo alto, así como la Iglesia Arciprestal de Santa María, entre otros. Déjate cautivar por sus estrechos callejones llenos de encanto y sus elaborados y bien conservados detalles en las edificaciones.

Si eres más de ríos, Castellón también te lo pone fácil. Un claro ejemplo son las Grutas de San José, en la Vall d’Uixó. Si te adentras en ellas, podrás disfrutar de un espectacular recorrido en barca por el río subterráneo navegable más largo de Europa. Si lo que buscas en cambio son ríos al aire libre, también puedes dejarte hechizar por las piscinas naturales de Montanejos, situado en pleno Parque Natural de la Serra d’Espadà.

Para los amantes de la costa

Peñíscola, al igual que Morella, también está catalogado como uno de los pueblos más bonitos de España, y no por pocos méritos. Situado en el Baix Maestrat, su peñón golpeado por las olas, en el que se asienta su casco antiguo de estrechas calles y el Castillo Templario, son grandes atractivos imposibles de ignorar. También cuenta con extensas playas en las que puedes pasear y disfrutar de un momento de desconexión.

Por último, Benicàssim también es un buen destino al que podrías escaparte: muy cerca de este encantador pueblo costero se encuentra el Desierto de las Palmas, un paraje natural que cuenta con un mirador desde el que podrás verlo a lo lejos. A su vez, si decides disfrutarlo desde dentro, te recomendamos que recorras su paseo marítimo para deleitarte con sus fantásticas playas, y la Ruta de las Villas, que cuenta con imponentes edificaciones con mucha historia situadas al lado del mar.

Asimismo, si lo que buscas es una verdadera desconexión, renovar fuerzas y mejorar en definitiva tu salud y bienestar, no podemos olvidar los Centros Termales, ya que en ellos podrás encontrar todo tipo de tratamientos ajustados a tus necesidades. Por ello, nuestra recomendación en Benicàssim es el Thalasso Hotel El Palasiet uno de los mejores centros de talasoterapia en Europa, en el que elegir entre numerosos programas con alojamiento, escapadas e incluso diferentes estancias de una noche.