El Ayuntamiento de Almassora recuperará este verano las excavaciones del asentamiento arqueológico del Torrelló del Boverot para investigar cuál era el acceso original. La actuación, con un presupuesto de 20.000 euros financiado con fondos municipales, estudiará la posible puerta de entrada en el poblado y el acantilado encontrados en anteriores descubrimientos. Además, los trabajos examinarán los restos encontrados de dos muros de los siglos II y IV, situados en paralelo en la muralla principal.

El objetivo es averiguar los accesos y explicar el contexto de los hallazgos dentro de su periodo histórico. El director del Museo Arqueológico del Torrelló y arqueólogo municipal, Gerardo Clausell, ha señalado que, gracias a la excavación, la ciudadanía podrá conocer "la cronología de la muralla y el momento de abandono del poblado". Por lo tanto, la actuación empezará en los meses de verano para estar acabada a finales de octubre y, de este modo, fomentar las visitas del vecindario al descubrimiento.

Tiempos y fases

El plazo principal de los trabajos marcado en el contrato fija en un mínimo de 40 días las labores arqueológicas, pero se podrán ampliar a 90 días hábiles dependiendo de los restos encontrados y de las condiciones meteorológicas. En cuanto al personal, la realización de las tareas requiere, al menos, un técnico arqueólogo acompañado de dos o tres operarios. De este modo, los operarios empezarán con la limpieza de la vegetación del poblado y seguirán con la excavación arqueológica manual.

El proyecto se dividirá en dos fases. La primera etapa empezará en junio y será la continuación de la extensión de un área que podrá determinar las dimensiones reales del posible foso de protección y comprobar qué hay por debajo de los niveles arqueológicos para obtener unos resultados más verosímiles. La excavación consiste en sacar a la luz las posibles estructuras arquitectónicas ibéricas. La segunda etapa, destinada a la parte oeste, está previsto que se desarrolle en 2023-2024.

Cabe recordar que el poblado del Torrelló del Boverot, clasificado como Bien de Interés Cultural (BIC), cuenta con un museo monográfico y exclusivo de más de 300 metros cuadrados. El yacimiento presenta una superficie de unos 2.200 metros cuadrados, de los cuales tan solo se han excavado 500 metros cuadrados, un 35% de su totalidad. Las excavaciones, tres financiadas por el Ayuntamiento y una por la Conselleria de Cultura, ya han encontrado, conservado y mantenido otros restos como las murallas de antiguas civilizaciones o 25 metros de lienzo.

En este sentido, el arqueólogo municipal ha querido resaltar que la reciente área de intervención "será aproximadamente de 25 x 15 metros cuadrados, en un espacio ubicado junto a la muralla ataludada externa, en el extremo nordeste del poblado". "Con esta actuación, los operarios continuarán con el proyecto de puesta en valor desde la perspectiva más rápida en el tiempo y definitiva para consolidar el Torrelló como atractivo turístico", según Clausell. Además, los trabajos llevados a cabo incluirán un proceso sistemático de muestreo de sedimento de los diferentes estratos.