Cada año, Algemesí se vuelca para rendir homenaje a su Mare de Déu de la Salut. Estas fiestas, orgullo de la población, gozan de la declaración de Patrimonio Cultural de la Humanidad de la Unesco.

Además de sus orgullosas fiestas internacionales, Algemesí cuenta con otros atractivos patrimoniales y naturales. Un recorrido por su casco urbano permite descubrir distintas construcciones barrocas, neogóticas, eclecticistas y modernistas que dan cuenta de su historia.

Destacan entre ellos el Casino Liberal, edificio modernista construido en 1911; la Casa Convento de la Señora Pepa; la Capilla de la Troballa; y, sobre todo, la Basílica de San Jaime, declarada Monumento Histórico Artístico Nacional y Bien de Interés Cultural (BIC), con una exquisita fachada de estilo renacentista italiano y el majestuoso retablo mayor con los conjuntos pictóricos manieristas y tenebristas de Francecs Ribalta (1603-1610) completado por Segrelles en 1954, dedicado a la vida del apóstol Santiago.

También son de especial interés los restos arqueológicos de Algemesí, que demuestran la ocupación romana y la explotación agraria en época hispanomusulmana y que dieron lugar a dos de las poblaciones que existían inicialmente alrededor del lugar de Algemesí: Cotes y Pardines.

En los dos casos, la tradición popular se ha referido a estos restos como «paredes», ya que se distingue que son las ruinas de antiguos edificios.

Llacuna del Samaruc

Y en cuanto a su patrimonio natural, Algemesí cuenta con la Llacuna del Samaruc, una reserva dentro del Parque Natural de l’Albufera con numerosas especies arbóreas autóctonas como el salce, el chopo blanco, el olmo y el tamarisco o especies herbáceas típicas de zonas húmedas como el lirio rojo, la cesquera o el nenúfar.

En especies animales destacan las ranas, patos, libélulas mariposas y pequeñas aves. Su habitante más ilustre es el samaruc, pez autóctono que sólo se encuentra en pocos humedales valencianos y que está en grave peligro de extinción.